Energía

El autoconsumo solar pone la quinta marcha

El mercado ha crecido con cifras de récord en los últimos años, hasta el punto de que España lidera el ‘ranking’ europeo y ocupa el 10º lugar mundial en capacidad instalada de energía fotovoltaica. Nada hace pensar que el ‘boom’ vaya a parar

Operarios trabajando en una instalación de autoconsumo fotovoltaico.

Operarios trabajando en una instalación de autoconsumo fotovoltaico. / ENDESA

Fernando Rodríguez López de Andújar

En España hay 298.000 viviendas y 54.000 empresas con una instalación de autoconsumo fotovoltaico. Este parque energético asume ya por si solo el 1,8% de la demanda eléctrica nacional. Desde 2018, cuando se derogó el denominado impuesto al sol -que implicaba pagar un peaje por la energía autoconsumida-, hasta 2022, la potencia de energía fotovoltaica instalada se ha multiplicado por 26 en nuestro país, pasando en cuatro años de 101 megavatios a 2.649 . La eliminación de barreras administrativas, la supresión de las licencias de obras para las instalaciones en casi todas las autonomías, la posibilidad legal desde el año pasado de que todas las viviendas, comercios e industrias situados en un radio de dos kilómetros puedan disfrutar del autoconsumo y los incentivos locales han abonado un boom que el año pasado sumó nuevos catalizadores y atractivos. Hoy, España lidera el ranking europeo y ocupa el 10º lugar en la clasificación mundial de capacidad instalada de energía solar.

"Los altos precios de la electricidad motivados por la incertidumbre causada tras la invasión de Ucrania, así como el impulso de las ayudas contempladas dentro de los Fondos de Recuperación del Gobierno, han generado que el autoconsumo siga batiendo récords en nuestro país. Además, están empezando a ponerse en funcionamiento los primeros proyectos de autoconsumo colectivo, tendencia que irá aumentando e impulsará aún más al sector". Así explica la aceleración del fenómeno del autoconsumo en 2022 José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), asociación mayoritaria de la energía solar en España, que ya cuenta con 770 empresas.

Como resume el Informe anual 2022 de la UNEF sobre energía solar, solo el año pasado se duplicó la potencia instalada de autoconsumo en España, repartiéndose esta nueva capacidad de la siguiente manera: el 47%, para el sector industrial; el 32%, para el sector residencial; el 20%, para el sector comercial, y el 1% restante, autoconsumo aislado. Según los datos analizados por la Asociación Española de Energías Renovables (APPA) en su primer Informe anual de autoconsumo, la inversión realizada en autoconsumo durante 2022 ascendió a 3.065 millones de euros; de esta cantidad, 1.707 millones correspondieron a la inversión realizada por particulares en instalaciones residenciales, y otros 1.358 millones, a instalaciones industriales.

¿Y ahora qué?

Como subraya Jon Macías, presidente de APPA, "algunas de las circunstancias asociadas a este rápido desarrollo tenderán a mitigarse o desaparecer". "Los precios del mercado eléctrico ya se están conteniendo tras el convulso 2022 y los fondos europeos irán también disminuyendo", añade. Además, según Macías, "el crecimiento medio de estos cuatro años, superior al 90% anual, no es sostenible". "Lejos de tener un crecimiento orgánico y lineal, la curva de crecimiento se asemeja a una exponencial que no puede durar en el tiempo. En el futuro veremos cómo se estabiliza ese crecimiento anual y nos acercaremos a una estabilidad necesaria para un sector que ha vivido fuertes tensiones en las cadenas de suministro y que ha demandado vorazmente profesionales formados y acreditados en la instalación de autoconsumo", señala.

El acelerado crecimiento del autoconsumo también ha generado desequilibrios en el sistema energético, que las asociaciones de autoconsumidores y las comunidades energéticas, muy abundantes y activas en España, se han encargado de aflorar. En un manifiesto publicado recientemente por el divulgador Jorge Morales y el exdirector del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) Joan Herrera, que han apoyado más de una cincuentena de organizaciones y expertos del autoconsumo en España, se argumenta que, a pesar de que nunca antes como en estos años se ha avanzado tanto en un modelo de generación distribuida, "hoy el papel de algunas distribuidoras está dificultando enormemente hacer llegar el autoconsumo a quien no tiene un buen tejado".

Un tejido empresarial variopinto y efervescente

El sector de las compañías instaladoras de sistemas de autoconsumo -ya sean especializadas o filiales de grandes compañías energéticas nacionales o internacionales- ha aumentado su tamaño exponencialmente en el quinquenio entre 2018 y 2022. Según los cálculos de Alimarket, en los últimos cinco años, el número de operadores ha superado los dos centenares de firmas -solo en 2022 aparecieron más de 20 nuevas empresas-, la facturación conjunta se ha multiplicado casi por 10 -hasta los 890 millones de euros- y la industria ya da empleo a 4.000 trabajadores -seis veces más-.

La clasificación por ventas de las instaladoras puras está encabezada por tres compañías que cotizan en BME Growth o segmento bursátil de crecimiento: SolarProfit, EiDF y Greening-e. Un selecto colectivo al que hay que añadir las también cotizadas Energy Solar, Umbrella Solar Investment y Holaluz, esta última operando a través de su propia filial instaladora (Clidom Solar). Estas seis empresas acaparan 3 de cada 10 euros -concretamente, el 29,6%- de las ventas totales que generan los sistemas de autoconsumo en España, hasta 264,3 millones de euros, según la misma fuente.

Las grandes compañías energéticas tradicionales también han entrado con fuerza en el negocio del autoconsumo. Así, en cuanto a las compañías nacionales, Iberdrola opera a través de Smart Solar; Endesa, con Endesa X Servicios, y Repsol, con Solar360, una joint-venture con Telefónica que nace con el objetivo explícito de desarrollar instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico.

En cuanto a las multinacionales extranjeras, muchas de ellas también quieren su parte del pastel del autoconsumo. Destacan la portuguesa Galp -con Galp Solar- y Eiffage -a través de Eiffage Energia-, compañía francesa que está desarrollando el proyecto empresarial de autoconsumo solar fotovoltaico más grande de la historia en nuestro país: una planta solar de 34 megavatios de potencia para el fabricante de superficies para arquitectura y diseño Cosentino, que se está acabando de montar en Cantoria (Almería). 

Tecma, Sima, Obremo, Etralux, Comsa, Remica, Iquord y Acciona son otras firmas que cabe destacar entre los muchos nuevos actores que, desde el sector de la construcción o desde otros, se están incorporando al pingüe negocio del autoconsumo solar fotovoltaico en España.

Este colectivo entiende que se tiene que "llamar a capítulo a aquellos que, pese a disponer de más recursos que ningún otro actor del sector eléctrico, no están haciendo bien las cosas, para que cambien sus protocolos, pongan recursos y mejoren su operativa". Así, los firmantes piden dotar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "de competencias específicas para la resolución ágil de los conflictos que frecuentemente se presentan entre los agentes del sector, incluyendo la capacidad de sanción cuando los errores de la distribuidora no permiten la legalización o cuando el flagrante incumplimiento de sus obligaciones en materia de lectura de contadores impide la facturación de los excedentes". 

Por último, señala "la necesidad de establecer con claridad aquello que puede exigir la distribuidora durante el proceso de la conexión de una instalación solar, no permitiendo que se aproveche el proceso para hacer unas inversiones que le corresponden a la distribuidora y por las que recibe una adecuada remuneración".

Desaprovechamiento elevado

Otro de los temas pendientes en el negocio del autoconsumo es el desaprovechamiento de parte de la energía generada por las instalaciones de empresas y particulares. Según cifras del sector, en 2022 solo se aprovechó el 81% de la energía eléctrica producida, o lo que es lo mismo, el 19% de esa energía se desperdició por las dificultades del vertido del excedente o capacidad no utilizada a la red general, en línea con lo que denuncian las organizaciones de autoconsumo. Esta pérdida de energía, equivalente al 0,4% de la demanda en 2022, año con mayor precio medio del mercado eléctrico, "debería ser objeto de reflexión en un país con una eleva da dependencia energética, ya que cada kilovatio no aprovechado es un kilovatio producido a partir de combustibles fósiles. Más aún cuando se trata de una capacidad renovable perfectamente disponible", argumentan desde APPA.

En cualquier caso, el autoconsumo, sea cual sea la fuente de energía renovable a utilizar, está aquí para quedarse. Como dice Pedro Machín, presidente del Clúster de la Energía de Aragón, "es de suma importancia para nuestro país avanzar con paso firme en la transición energética, reduciendo su dependencia con el exterior y mejorando la competitividad de su tejido productivo". "El desarrollo del autoconsumo residencial, y también del industrial, es clave para asegurar nuestro desarrollo presente y futuro, y para garantizar el cumplimiento de estos objetivos. El sol, el viento, y su almacenamiento, son el verdadero motor de desarrollo del siglo XXI", concluye. Pocos lo dudan.