Batalla crítica por el techo de la deuda

Alarma ante el avance a junio de la amenaza de impago en EEUU

Janet Yellen adelanta al 1 de junio la posible crisis, de escala global, si no se eleva el techo de la deuda

Alarma ante el avance a junio de la amenaza de impago en EEUU.

Alarma ante el avance a junio de la amenaza de impago en EEUU.

Idoya Noain

La crisis de escala global que puede producirse si Estados Unidos no eleva su techo de la deuda y por primera vez en su historia no puede hacer frente a sus obligaciones económicas está más cerca. Este lunes la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, envió una carta al Congreso en la que se ha adelantado el calendario de ese posible cataclismo a principios de junio, tan pronto como el día 1.

El aviso ha creado renovada sensación de urgencia a la búsqueda de una salida negociada entre demócratas y republicanos, a cuyos líderes en el Congreso ha convocado el presidente Joe Biden para el día 9. Las perspectivas de un acuerdo, no obstante, ahora mismo son mínimas. Los republicanos exigen recortes de gasto para acceder a elevar el techo de la deuda pero el presidente y su partido se niegan a aceptar condiciones y exigen que se de el paso sin contrapartidas, urgiendo a una negociación separada para buscar recortes del déficit.

Al Senado le quedan solo 14 días de sesiones hasta el 1 de junio, a la Cámara de Representantes 12, y Biden tiene en la agenda un viaje a Japón y Australia entre el 19 y el 24 de mayo.

La crisis

EEUU ya superó en enero su techo de la deuda, marcado en 31,4 billones de dólares. Desde entonces el Tesoro ha estado funcionando con maniobras presupuestarias y medidas de emergencia para hacer frente a sus pagos, desde salarios de funcionarios y militares hasta la seguridad social, pasando por las obligaciones contraídas con quienes tienen comprados bonos del Tesoro.

 En la carta de Yellen se advierte de que esas medidas excepcionales se agotarán antes de lo previsto, al haberse producido un descenso en los ingresos fiscales. Y aunque se reconoce que hay incertidumbre y la fecha crítica podría variar y llegar semanas más tarde, la misiva está marcada por un tono de emergencia.

“Dadas las perspectivas actuales, es imperativo que el Congreso actúe tan pronto como sea posible para eliminar o suspender el límite de la deuda de una forma que de certidumbre a largo plazo de que el gobierno seguirá haciendo sus pagos”, escribió Yellen.

También la Oficina Presupuestaria del Congreso, no partidista, emitió este lunes un informe en que adelantaba a junio las perspectivas de inicio de la crisis, que antes había calculado para julio o incluso septiembre.

Impacto global y guerra política

Aunque el impacto del terremoto que supondría un impago se sentiría especialmente en EEUU, donde se da por cierto que provocaría una recesión, la crisis sacudiría los mercadosminaría la confianza en EEUU y metería a la economía global en una crisis según la mayoría de observadores y analistas. Y los miedos ya se han empezado a hacer patentes: los inversores se están deshaciendo de bonos de deuda con vencimiento a tres meses e intensificando la compra de los de solo un mes. Se ha disparado la prima de riesgo para asegurar esa deuda.

EEUU ya se asomó en 2011 a un abismo similar y aunque se acabó evitando la crisis cuando Barack Obama aceptó recortes de gasto, entonces por primera vez el país vio rebajada la calificación de su deuda. El momento de enfrentamiento político entre republicanos y demócratas, no obstante, se ha deteriorado aún más que bajo la presidencia de Obama, y los conservadores que elevaron el techo de la deuda cuando Donald Trump ocupaba la presidencia ahora exigen como condición indispensable recortes de gasto, algo que rechazan los demócratas.

La semana pasada los republicanos, que controlan la Cámara Baja, aprobaron allí una ley que permitiría elevar el techo de la deuda en 1,5 billones de dólares o hasta marzo de 2024. La normativa incluye recortes de gasto, impone más requerimientos laborales para acceder a programas de ayuda y desharía algunos de los logros legislativos de Biden, como algunas inversiones para luchar contra la emergencia climática o más fondos destinados para perseguir delitos fiscales. Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en control del Senado, dijo que la ley no tiene opciones en su Cámara y gráficamente definió la propuesta como “muerta antes de nacer”.

El mismo lunes, y pese a la invitación a las negociaciones con los cuatro líderes republicanos y demócratas en el Congreso Biden fue muy crítico con la posición conservadora. “Por más de 200 años EEUU nunca, jamás, ha incumplido el pago de su deuda. Por decirlo de manera coloquial, EEUU no es una nación morosa. Como consecuencia somos una de las naciones más respetadas del mundo”, aseguró. “Pagamos nuestras facturas y debemos hacerlo sin ser tomados como rehenes de forma temeraria por algunos de los republicanos MAGA en el Congreso”, su referencia a los más fieles aliados de Trump y el movimiento “Make America Great Again”.

Kevin McCarthy, el líder republicano en la Cámara Baja que fue elegido para el cargo solo tras hacer concesiones al ala más radical del partido que ya permitían anticipar dos años convulsos , ha accedido a la reunión con Biden. Pero en unas declaraciones en Jerusalén, donde se encuentra de visita, advirtió de nuevo de que no apoyarán subir el techo de deuda sin hacer algo respecto al gasto. “El presidente Biden se ha negado a hacer su trabajo, amenazando con llevar a nuestra nación a su primer impago, y el tiempo se agota”, declaró.

Aunque algún legislador republicano se ha mostrado dispuesto a apoyar una subida temporal y breve del techo de la deuda para dar más margen a negociaciones, la mayoría de demócratas insisten en negarse a cualquier acuerdo que lo vincule a recortes. “Lo único que da más miedo que no negociar con los republicanos es hacerlo”, ha dicho el senador Brian Schatz. “Nunca dejan de mantener secuestrada la economía estadounidense”.