Bruselas aprueba la prórroga de la excepción ibérica hasta finales de 2023

La Comisión Europea ha aprobado formalmente este martes la prórroga de la 'excepción ibérica', notificada por España y Portugal este mes de abril, con el objetivo de reducir los precios al por mayor en el mercado ibérico de la electricidad. La medida, que estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023, reconoce que las economías de ambos países siguen experimentando “una grave perturbación” y podrán seguir aplicando un mecanismo de ajuste en caso de que los precios del gas se disparen de nuevo. "Con los cambios aprobados hoy, España y Portugal podrán seguir manteniendo unos precios de la electricidad asequibles para los consumidores de la península ibérica", ha valorado la comisaria de competencia, Margrethe Vestager. 

La medida, que ya estaba siendo aplicada provisionalmente, "equilibra la necesidad de abordar los elevados precios de la energía debido a la invasión rusa de Ucrania con el deber de proteger la integridad del mercado único. Los límites de precios mensuales prolongados y modificados permitirán una salida más fluida de la medida, protegiendo al mismo tiempo a los consumidores vulnerables", ha explicado la danesa en un comunicado que confirma que la prórroga y las modificaciones se ajustan a las normas sobre ayudas de estado de la UE. 

Bruselas aprobó el mecanismo en junio de 2022 para topar el precio del gas utilizado en la generación de electricidad lo que en última instancia ha permitido una rebaja del precio mayorista. La medida inicial, que establecía un tope de 40 euros por megavatio hora (MWh) durante los primeros seis meses a partir de los cuáles se aplicaba una subida de 5 euros mensuales, expiraba el próximo 31 de mayo. Con ella, según Madrid y Lisboa, habrían logrado ahorrar unos 5.000 millones entre junio del año pasado y enero de 2023.

Entre 56,1euros y 65 euros MWh

Aunque su intención inicial era lograr la prórroga del mecanismo hasta finales de 2024, finalmente, y dado que el marco temporal de ayudas públicas por el impacto de guerra de Ucrania expira a finales de año, ambas capitales notificaron a Bruselas en abril una solicitud de prórroga de siete meses, hasta finales de 2023. Madrid y Lisboa también aspiraban a una horquila de entre 45 y 50 euros por MWh pero finalmente la trayectoria de precios fijada por Bruselas establece un tope de 56,1 euros en abril que se incrementará gradualmente hasta alcanzar los 65 euros en diciembre.

"La trayectoria del límite de precios se modificará para lograr una eliminación progresiva fluida y predecible, convergiendo con los precios de mercado del gas previstos para finales de 2023", explica la Comisión que también confirma que los compradores en el mercado mayorista de la electricidad estarán exentos del pago del coste de ajuste entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de 2023 por los volúmenes de su electricidad para los que hayan celebrado contratos de suministro de electricidad a un precio fijo antes del 7 de marzo de 2023. 

Por su parte, los consumidores finales que no están registrados como compradores al por mayor del mercado de la electricidad también estarán exentos del pago del coste de ajuste del 1 de mayo al 31 de diciembre de 2023 por los volúmenes de sus compras de electricidad para los que hayan celebrado contratos de cobertura financiera de sus riesgos de precio de la electricidad antes del 7 de marzo de 2023. La Comisión Europea no ofrece estimaciones sobre el coste de la prolongación de este instrumento ya que dependerá, en última instancia, de si el mecanismo se activa hasta el final de 2023, es decir, de si el precio máximo será inferior a los precios del mercado del gas.

Interconexiones limitadas

La evaluación de la Comisión confirma que la medida está de acuerdo con las normas del marco temporal de crisis y transición y que si es diferente a otro tipo de intervenciones de precios es debido a las circunstancias particulares del mercado mayorista de la electricidad en la península ibérica. En particular, añade Bruselas, "la limitada capacidad de interconexión de la península ibérica, la elevada exposición de los consumidores a los precios al por mayor de la electricidad, así como la gran influencia del gas en la fijación de los precios de la electricidad" que han provocado una perturbación especialmente grave de las economías española y portuguesa.

Por ello, el equipo de Vestager concluye que la medida es "adecuada, necesaria y proporcionada", sigue siendo temporal y “se limita al mínimo necesario para hacer frente a la grave perturbación de la economía a la que se enfrentan España y Portugal, ofreciendo una salvaguardia contra los aumentos repentinos de precios en el mercado ibérico de la electricidad, en el contexto de la actual situación geopolítica volátil”. Bruselas también justifica la aprobación en que, aunque la dinámica del mercado ha evolucionado, la ‘excepción ibérica’ seguirá sirviendo de mecanismo de protección en caso de aumento de los precios del gas, para proteger a los consumidores vulnerables y aumentar la estabilidad del mercado”.

El Ejecutivo comunitario también entiende que la medida seguirá "reduciendo al mínimo los falseamientos de la competencia y evitando posibles repercusiones negativas en el funcionamiento de los mercados de la electricidad al contado y a plazo. Además, en consonancia con las normas del mercado interior de la energía, la medida modificada no da lugar a ninguna restricción transfronteriza al comercio de electricidad ni a una discriminación entre consumidores ibéricos y no ibéricos", concluye.