Política monetaria en EEUU

La Fed sube un cuarto de punto los tipos de interés pese a las turbulencias desatadas por la banca

Es la novena subida consecutiva, pero se apunta a una potencial pausa si la inestabilidad afecta a crédito y crecimiento | Powell defiende la "solidez y resiliencia" del sistema bancario y asegura que defenderá más regulación y supervisión

La Reserva Federal de Estados Unidos sube los tipos de interés un 0’25 por ciento

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

Idoya Noain

La Reserva Federal de Estados Unidos ha anunciado este miércoles una subida de un cuarto de punto en los tipos de interés, que quedan ahora en un rango de entre 4,75 y 5%. Se trata de la novena subida consecutiva que el banco central estadounidense realiza en su lucha para frenar la inflación, pero llega en un momento complejo: cuando se ha expuesto una crisis en el sector bancario que ha desatado turbulencias y temores globales.

En su comunicado, la Fed ha dado cabida a esas turbulencias, pero ha asegurado que "el sistema bancario estadounidense es sólido y resiliente". Asimismo, ha apuntado a que "los acontecimientos recientes posiblemente resultarán en un endurecimiento de las condiciones de crédito para hogares y negocios y pesarán en la actividad económica, las contrataciones y la inflación". "La extensión de estos efectos es desconocida", añade el texto.

¿Menos subidas?

El texto incluye además indicaciones de que las subidas de tipos pueden acabar antes de lo que estaba previsto. Porque del comunicado de este miércoles ha desaparecido la referencia que, tras decisiones anteriores, aseguraba que anticipaban que sería apropiado mantener las "subidas en curso".

Poco después, en su rueda de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha insistido en esas ideas. No ha negado la posibilidad de que pueda haber más subidas al afirmar: "lo haremos si lo necesitamos". Pero ha venido a decir que por ahora la inestabilidad creada por las turbulencias pueden hacer el trabajo equivalente, algo que solo podrá saberse cuando se compruebe "la extensión y duración" de ese impacto .

"Si los problemas del sector bancario endurecen el crédito significaría que la política monetaria tendría menos trabajo que hacer", ha dicho. "Si acaban teniendo efectos muy modestos en la economía, la inflación seguiría siendo fuerte y el camino puede verse diferente. Simplemente no lo sabemos", ha reconocido. "Es demasiado pronto".

Supervisión de la banca

Más allá de en la política monetaria per se, Powell ha enfrentado en su comparecencia ante los medios múltiples preguntas sobre la supervisión de la Fed en el caso de Silicon Valley Bank, la primera de varias fichas caídas a ambos lados del Atlántico en un dominó que ha creado inquietud sobre la estabilidad y fortaleza del sistema bancario.

Aunque la Fed está realizando su propia investigación, varios medios han publicado ya que durante más de un año el banco central tenía en su radar problemas de la entidad, y aunque le alertó de que había “asuntos que requerían atención" y "atención inmediata”, no está claro si podía haber hecho más para evitar la quiebra.

Powell ha asegurado que la investigación interna será trasparente, ha dado la bienvenida también a investigaciones externas o independientes, como ya reclaman con fuerza algunas voces desde el Congreso. Y se ha mostrado favorable a "reforzar supervisión y regulación". "Está claro que necesitamos hacerlo", ha dicho Powell, que cuando fue nominado por Donald Trump y luego confirmado apoyó en cambio la ley de 2018 que relajó algunas regulaciones establecidas en 2010 por la Ley Dodd-Frank tras la gran crisis de 2008 y 2009..

Cambio de paso

Poco hacía prever que el momento en que ha llegado esta reunión sería tan crucial o que estaría rodeado de una incertidumbre que se ha hecho inusual en la Fed, que suele dar claras pistas de sus acciones con anticipación para evitar sorpresas o incrementar la volatilidad.

Hace solo 15 días, Powell comparecía ante el Congreso de EEUU y dejaba claro que el banco central estadounidense estaba listo para intensificar y acelerar las subidas de tipos. Lo explicaba argumentando que varios datos económicos apuntan a que ni siquiera con las ocho consecutivas estaban consiguiendo rebajar como se pretende la inflación y enfriar otros aspectos de la economía. La inflación en febrero bajaba pero seguía en el 6%, y la subyacente se incrementaba ligeramente. El alza de precios en servicios seguía preocupando. Y también preocupa la creación de empleo, que sigue fuerte, con 300.000 puestos de trabajo ganados el mes pasado después de más de medio millón en enero.

Lo que no se intuía es que solo tres días de esa comparecencia iba a empezar el terremoto que tuvo su epicentro en Silicon Valley Bank y ha tenido réplicas con Signature Bank, First Republic Bank y, en Europa, Credit Suisse. Esa zozobra ha motivado intervenciones públicas y medidas excepcionales que no se veían desde la pandemia y desde la gran crisis bancaria de 2008. Y pese a los mensajes tranquilizadores de las autoridades a ambos lados del Atlántico, persisten las dudas sobre la estabilidad y firmeza del sistema bancario. En EEUU han vuelto a despertar también los fantasmas de una recesión que hasta hace poco se habían disipado. Y Powell ha reconocido en su rueda de prensa que en esta reunión han "llegado a considerar una pausa" en la subida de tipos.

La fragilidad del momento es evidente. Tras la caída de Silicon Valley Bank y Signature tanto la Corporación Federal de Seguro de Depósitos como el Departamento del Tesoro y la Fed se unieron para garantizar la cobertura de todos los depósitos de los bancos. Pero el banco central puso también en marcha un programa de préstamos de emergencia, mejorando las condiciones de acceso a fondos y la ventana de descuento. Este fin de semana, además, llegó a un acuerdo con otros bancos centrales, incluido el BCE, para proporcionar liquidez mediante acuerdos de líneas de intercambio de divisas en dólares, una medida que también se tomó en esos otros dos momentos tormentosos que fueron la pandemia y la crisis de 2008 y 2009.