Inversión

Las letras a seis y 12 meses superan el 3% de rentabilidad por primera vez desde 2012

El Tesoro coloca 4.938 millones con intereses del 3,164% y 3,335% a medio año y un año

La demanda por parte de los inversores ha alcanzado en la subasta los 8.694 millones de euros.

La demanda por parte de los inversores ha alcanzado en la subasta los 8.694 millones de euros. / EP

Pablo Allendesalazar

En plena euforia entre los ahorradores por la deuda pública en general, y por los títulos a corto plazo del Tesoro Público en particular, el Estado ha adjudicado este martes 4.938,49 millones de euros en una subasta de letras a seis meses (903,75 millones) y un año (4.034,75 millones), con unos intereses que han superado el 3% por primera vez desde julio de 2012. En concreto, el Estado se ha comprometido a pagar un 3,164% y un 3,335%, respectivamente, frente al 2,693% y 2,893% de la subasta similar de febrero. Por ponerlo en perspectiva, en la de marzo del año pasado los tipos fueron del -0,56% y el -0,478%. Es decir, que entonces el Tesoro devolvió menos dinero del que había recibido, prueba del brutal vuelco que ha experimentado la deuda pública como reflejo de la subida de tipos del Banco Central Europeo (BCE) para combatir la inflación.

La cantidad solicitada por los inversores, tanto pequeños como profesionales, ha sido de 8.695,16 millones de euros, algo más baja que las pedidas en las subastas de febrero y enero, pero aún así muy superior a la cantidad finalmente adjudicada. Así, se han pedido 2.720,21 millones de letras a seis meses (tres veces más que lo adjudicado) y 5.974,85 millones de títulos a doce meses (1,48 veces más).

Los ahorradores particulares que han acudido a la oferta han logrado comprar la cantidad de letras que habían solicitado de forma generalizada. Muchos grandes inversores profesionales e institucionales fijan un precio máximo por encima del cual no están dispuestos a comprar los títulos, lo que ayuda a explicar que la cantidad adjudicada por el Tesoro sea menor a la solicitada. En cambio, los pequeños inversores minoristas presentan sus órdenes de compra sin ese límite de coste, con lo que se les adjudican los valores al precio medio fijado en la subasta. En la subasta de este martes, las pujas no competitivas, que en su mayoría vienen de inversores particulares, han ascendido a un 29% de la emisión: 378 millones en letras a seis meses y 1.048 millones a 12 meses.

Interés al alza

El interés de los particulares por la deuda pública, sobre todo en los plazos más cortos, se ha disparado en las últimas semanas ante el incremento de los intereses que paga y frente a unos tipos nimios de los depósitos bancarios. Así lo demuestran las colas registradas en las sedes del Banco de España para comprarla antes de que se obligara a solicitar cita previa o los problemas que sufrió la web del Tesoro hace unas semanas, dos vías más baratas para adquirirla que a través de los bancos.

Los hogares españoles cerraron el año pasado con 3.233 millones de euros invertidos en valores del Estado: 1.826 millones en letras a corto plazo y 1.407 millones en bonos y obligaciones de más largo vencimiento. La cifra, la más alta desde 2015, es 2.226 millones y un 68,8% superior a la del cierre de 2021, gracias sobre todo al espectacular incremento de la cartera de letras en manos de los particulares (en 1.809 millones, desde los 17 millones de un año antes; mientras que la de bonos y obligaciones subió en 417 millones y un 42%). Se trata de la primera subida anual de la cartera de deuda del Estado en manos de las familias desde 2015.

Las familias se están volcando en las letras ante el bajo interés de los depósitos bancarios. El interés medio de los nuevos depósitos bajó en enero del 0,59% al 0,64%. Los grandes banqueros del país, además, han confirmado en las últimas semanas lo que era una evidencia desde hace meses: no están aumentando la remuneración de los depósitos pese al alza de tipos oficiales del BCE, lo retrasarán todo lo que les sea posible gracias a su amplia posición de liquidez, y en ningún caso será una subida de tipos sustancial ni generalizada.

Riesgos potenciales

La deuda pública, así, ha ganado atractivo para los ahorradores, pero hay que tener en cuenta de los "riesgos específicos" que se asumen, como viene advirtiendo el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura. "Es importante que el cliente comprenda que comprando un producto de renta fija, si los tipos se mueven al alza se pueden experimentar pérdidas, sobre todo si se retira la inversión o se vende el producto antes del horizonte determinado, bien sea del producto como del fondo. Esto no afecta solo a los fondos, también afecta a los bonos y letras del Tesoro, a cualquier producto de renta fija en el entorno de tipos recientes", subrayó hace unos días. 

Cuando los tipos suben, así, el precio de los títulos de renta fija en los mercados secundarios (de compraventa privada) baja, de manera que si un inversor lo vende sin esperar a la fecha de vencimiento puede sufrir pérdidas en su inversión. No ocurre lo mismo si se espera a que finalice el plazo, ya que los títulos del Tesoro, por ejemplo, garantizan cobrar el capital invertido más el interés comprometido. Los inversores con cierta experiencia son conscientes de ello. El potencial problema es que ahora muchos pequeños ahorradores de perfil conservador que normalmente contratarían un depósito bancario están siendo conducidos por los bancos a contratar fondos de renta fija. 

Tras la subasta de este martes, el organismo público volverá a los mercados el próximo 14 de marzo con una emisión de letras a 3 y 9 meses y otra de bonos y obligaciones del Estado el día 16 de marzo, con la que finalizará las subastas del mes. La emisión bruta por parte del Tesoro Público este año será de 256.930 millones de euros, lo que supone un aumento del 8,2% respecto a lo estimado para este año, debido al alza de los tipos de interés. El endeudamiento neto, por su parte, se mantendrá en 70.000 millones.