VIVIENDAS

Avalancha de compradores del Este en el mercado inmobiliario alicantino por la guerra

Polacos, rumanos o lituanos multiplican el número de viviendas que adquieren en la provincia en el último año y se suman a los desplazados desde Ucrania

Viviendas en la urbanización Altea Hills.

Viviendas en la urbanización Altea Hills. / DAVID REVENGA

David Navarro

El estallido de la guerra en Ucrania no solo provocó el desplazamiento de miles de familias de este país huyendo de los bombardeos del ejército de Putin. El conflicto también provocó un efecto contagio en muchos ciudadanos de los países de alrededor de esta exrepública soviética, que decidieron buscar una vivienda en la Costa Blanca para tener un refugio al que acudir o en el que pasar sus vacaciones, lejos de las consecuencias del enfrentamiento bélico.

Al menos así lo reflejan las últimas estadísticas del Colegio Notarial de València, que constatan que ese incremento en la llegada de compradores de los países del Este fue uno de los motores que impulsó el año excepcional que vivió el mercado inmobiliario en la provincia. Un año en el que, en total, hasta 31.691 ciudadanos extranjeros se hicieron con la propiedad de una vivienda en la provincia, lo que supone un incremento del 47,4% sobre las cifras del ejercicio anterior y un nuevo récord absoluto.

Aunque lo cierto es que el aumento de ventas fue generalizado -con cifras muy significativas, como el incremento de casi el 59% que experimentaron las operaciones protagonizadas por alemanes (2.703) o el 56,3% de los holandeses (2.753)-, son los ciudadanos del Este los que más crecieron. "La situación de inestabilidad impulsó la llegada de compradores de toda esta zona porque, además, seguimos estando en precio y hay mucha liquidez, muchas transacciones, lo que permite que, si quieren vender dentro de un tiempo, también tendrán más facilidades", señala el vicedecano de los notarios de la Comunidad, el alicantino Delfín Martínez.

Vista aérea de viviendas turísticas en Orihuela Costa.

Vista aérea de viviendas turísticas en Orihuela Costa. / TONY SEVILLA

Los diez países de esta zona sobre los que ofrecen datos desglosados las estadísticas notariales sumaron en conjunto hasta 6.213 transacciones, más del doble que en 2021 y también que en 2019, antes de la llegada de la pandemia. De esta forma, los europeos del Este concentraron casi el 20% de todo el mercado internacional del sector inmobiliario alicantino, una cifra que nunca antes habían alcanzado.

Polacos

Como es lógico, una de las nacionalidades que más aumentó el número de operaciones fueron los ucranianos, que pasaron de comprar 376 viviendas en Alicante en 2021 a 1.036 en 2022, casi el triple. Sin embargo, fueron los polacos los que anotaron el mayor volumen de transacciones: compraron 2.217 viviendas, lo que los convierte en el quinto mercado internacional más importante para las inmobiliarias alicantinas, por delante, por ejemplo, de otros tan asentados, como son los suecos, que sumaron 2.068 operaciones.

De hecho, los polacos se convirtieron en los compradores extranjeros más numerosos en Benidorm, y los segundos en Torrevieja o Santa Pola. En este caso, lo cierto es que ya suponían un cliente importante para el sector, gracias a las campañas que los promotores alicantinos vienen desarrollando en este mercado en los últimos años, como recuerda el secretario general de Provia, Jesualdo Ros. Sin embargo, con la guerra prácticamente se ha triplicado su número.  

Bloques de apartamentos en la ciudad de Benidorm.

Bloques de apartamentos en la ciudad de Benidorm. / DAVID REVENGA

Pero la lista continúa. Por ejemplo, las viviendas compradas por rumanos también se duplicaron, hasta sumar 818, y en el caso de los lituanos, se triplicaron, al pasar de 180 a 557 operaciones. Los letones compraron 130 casas en la Costa Blanca; los estonios, otras 110; los bielorrusos, 94 y los eslovacos, 86. Incluso se registraron 52 compradores llegados de Moldavia.

De la misma forma, resulta llamativo que también se incrementaran las compras por parte de ciudadanos rusos, a pesar de las restricciones que impuso la UE para el traspaso de dinero desde los bancos de este país y los mayores controles que se aplican. "Lo han tenido más complicado, pero han buscado la forma de hacerlo", reconoce Martínez, que recuerda que estas restricciones no afectan al dinero que estos ciudadanos ya guardaban en bancos dentro de la UE, por ejemplo.

De acuerdo con los datos de las notarías, los rusos llegaron a comprar 1.113 propiedades en la provincia el año pasado, un 28,9% más. Cabe recordar que son muchos los ciudadanos que no comparten la decisión de Putin de invadir Ucrania y que han querido alejarse de su país para evitar las consecuencias del conflicto. Algo que se ha traducido en la llegada de familias enteras, como también se comprueba en las matriculaciones de nuevos alumnos en las escuelas de la zona.

Las transacciones de compradores extranjeros movieron 5.566 millones

Las 31.691 compraventas de viviendas que protagonizaron el año pasado los extranjeros en la provincia de Alicante movieron un volumen de 5.566 millones de euros, según se deduce de los datos del Colegio Notarial. De media, los ciudadanos de otros países desembolsaron 175.636 euros por cada casa que adquirieron, un 51,4% más de lo que pagaron de media los compradores nacionales. En números absolutos, los británicos se mantuvieron en cabeza como los principales clientes internacionales del sector inmobiliario provincial, con un total de 4.678 operaciones, un 36,6% más que en 2021. En segundo posición se consolidan los belgas, que compraron 2.958 viviendas en la Costa Blanca, un 25,7% más. Le siguen los holandeses, con 2.753 propiedades, un 56,3% más; y los alemanes, con 2.703 transacciones, un 58,9% más. Los polacos se auparon a la quinta posición (2.217), por delante de suecos (2.068) y franceses (1.799), según las mismas fuentes.