La central de carbón de Endesa en As Pontes (A Coruña) se cierra, aunque de forma gradual. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico autoriza el cierre de dos de los cuatro grupos de la planta, aquellos que están ya parados en la actualidad, pero mantendrá los dos restantes condicionados a las necesidades de disponibilidad de potencia del sistema eléctrico en el marco de la crisis energética actual, según ha avanzado el departamento que comanda la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, este lunes, tras recibir el informe de Red Eléctrica (REE) sobre la conveniencia de mantener o no la planta en activo. En concreto, según añade el ministerio, los dos grupos se mantendrán operativos hasta que las plantas de cogeneración retomen su actividad y hasta que se regule un mecanismo de interrumpibilidad, algo que se prevé que ocurra muy pronto.

Por un lado, el Gobierno ya ha anunciado que la cogeneración será incluida en el mecanismo de ajuste del tope al precio del gas en el mercado eléctrico (la conocida como 'excepción ibérica') a falta de su aprobación y entrada en vigor. El Gobierno dejó exenta de la compensación (diferencia entre el precio del tope al gas y el precio real) a la cogeneración --centrales anexas a la industria que generan calor y electricidad a partir de gas y venden sus excedentes al mercado-- cuando puso en marcha la 'excepción ibérica' llevando a muchas de estas plantas a tener que parar, lo que provocó que si en junio de este año la cogeneración representaba el 6,3% del 'mix' eléctrico (1.467 gigavatio-hora), en agosto se redujese a la mitad (778 gigavatios-hora), hasta suponer el 4% del 'mix'. Una vez se revierta esta situación es previsible una vuelta a la normalidad de esta industria. Por otra parte, respecto a la interrumpibilidad, según declaró este lunes la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el Gobierno trabaja en un mecanismo de interrumpibilidad para garantizar el suministro eléctrico en casos extremos, que se prevé poner en marcha de forma inmediata, según fuentes del Gobierno.

Endesa anunció el cierre de As Pontes a finales de septiembre de 2019, principalmente porque las centrales de este tipo dejaron de ser rentables debido al abaratamiento de otras fuentes de producción que desplazaron al carbón (gas natural), así como por la nueva regulación y el incremento en más del 50% del precio de los derechos para emitir de dióxido de carbono (CO2). Sin embargo, el año pasado, con la presión sobre el grifo del gas ejercida por Rusia, el precio de esta materia prima empezó a dispararse y el carbón, completamente desplazado, comenzó a utilizarse de forma puntual ante la llegada del frío.

En este contexto, la guerra de Ucrania y los problemas de seguridad de suministro en Europa pusieron todavía más si cabe el foco sobre la central de carbón de As Pontes, con una capacidad de 1.400 megavatios de potencia total (la mayor de las térmicas españolas) divididos en cuatro grupos de 350 megavatios cada uno. El ministerio para la Transición Ecológica ya contaba con un informe de Red Eléctrica data del año 2020 para autorizar el cierre de los cuatro grupos, pero en la primavera de 2022 el Ejecutivo volvió a solicitar un nuevo informe "tras las tensiones provocadas en los mercados energéticos por la guerra en Ucrania y la elevada exportación de electricidad provocada por la sequía y la indisponibilidad de buena parte del parque nuclear francés".

Ese nuevo informe es el que el Gobierno asume para dar la autorización de cierre a dos de los cuatro grupos abiertos y, por tanto, 'obligar' a Endesa a que mantenga los otros dos operativos de forma temporal ante nuevos escenarios "no previstos anteriormente, con distinta participación de la cogeneración y una elevada y constante exportación a los países vecinos". Es en este contexto en el que Red Eléctrica plantea la conveniencia de cerrar la mitad de la planta (aquella ya inactiva) y mantener la otra mitad a la espera de que se recupere toda la generación de cogeneración parada y se diseñe un mecanismo de interrumpibilidad.

Desmantelamiento de la central

Por su parte, la compañía ha informado sobre la puesta en marcha de un plan de desarrollo de 2.682 millones y la creación de 1.361 puestos de trabajo en Galicia tras el cierre de la central térmica que conlleva siete ejes de actuación. Primero, el desmantelamiento de la central que tendrá una duración estimada de 4 años e incluirá un plan de formación que capacitará a las más de 130 personas que participarán en estas tareas, primando el empleo local, y de los propios trabajadores de la central. La licitación está preparada y sólo pendiente de la recepción efectiva de la resolución de cierre, según la compañía.

El segundo eje de actuación pasa por el compromiso de que, en cuanto se obtenga la orden de cierre, Endesa pondrá en marcha planes de formación priorizando, siempre que cumplan los requisitos exigidos, a los trabajadores de la zona, los trabajadores de las empresas auxiliares y el empleo femenino. En tercer lugar, este desmantelamiento transcurrirá en paralelo a la tramitación de nuevos proyectos renovables para convertir la capacidad de la central en nueva potencia limpia con la construcción de 1.300 megavatios de proyectos eólicos que permitirán crear hasta 2.300 puestos de trabajo durante la fase de construcción, y otros 274 empleos directos durante los 25 años estimados de vida útil de los parques eólicos. La electricidad producida por esos parques respaldará proyectos industriales de la empresa Sentury Tire, así como un importante preacuerdo de PPA (Power Purchase Agreement, acuerdo de compraventa de electricidad) con Alcoa. Para hacerlo realidad, Endesa ya ha solicitado a la Xunta de Galicia el carácter estratégico y vertebrador

El cuarto eje tiene que ver con la promoción de esos nuevos desarrollos industriales en los terrenos vinculados a la central. En concreto, la compañía ha detallado en primer lugar el proyecto con el fabricante de neumáticos Sentury Tire, que contempla la transmisión de 26 hectáreas de terreno en As Pontes para la construcción de una fábrica inteligente de neumáticos, también un acuerdo con Ence que prevé la cesión de 45 hectáreas de terreno del antiguo parque de carbones para una bioplanta de fibras naturales recicladas a partir de papel y cartón recuperado, así como un preacuerdo de PPA con Alcoa centrado en el suministro de electricidad a precio competitivo durante 10 años procedente de 816 MW eólicos, de los que 611 están previstos en la zona de As Pontes.

El quinto eje es el nuevo papel logístico "que Endesa ya está implementando en la terminal del puerto exterior de Ferrol con la transformación de este enclave en una terminal granelera multicliente (transporte y almacenamiento de cargas a granel: grano, minerales, otros); también la instalación de generación de hidrógeno verde en As Pontes, gracias al proyecto que promueve Endesa de hasta 100 megavatios de electrolizador que se suministrará con los proyectos eólicos de la zona que ya cuentan con derecho de conexión, así como la creación de un centro logístico estratégico de mantenimiento eólico para España en As Pontes.