Renfe estudia penalizaciones a Talgo por el incumplimiento de plazos de entrega de trenes de alta velocidad. Como consecuencia de ese retraso, Renfe está incumpliendo el plan de recuperación de los servicios de larga distancia. Los trenes de alta velocidad S106, que debían haber sido entregados para poder entrar en servicio este verano, Renfe estudia tomar medidas, que pasarán por algún tipo de compensación económica por los daños causados. La entrega de las primeras unidades estaba prevista para enero de 2021 y desde la empresa constructora no se ha fijado fecha de entrega definitiva todavía, informan fuentes de Renfe.

Renfe adjudicó a Talgo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad de los que 15 serán de ancho variable (lo que permite circular por vía convencional y estándar). La inversión en estos nuevos trenes asciende a los 786,5 millones de euros. 

Los nuevos trenes hubieran permitido mejorar considerablemente la oferta de Renfe en todo el ámbito AVE-Larga Distancia. Algunas de las poblaciones afectadas de manera indirecta por el empeoramiento del servicio en los últimos meses en términos de frecuencias han sido Girona y Figueres, cuya conexión con Barcelona se ha resentido. Otros servicios afectados han sido los trenes entre Madrid y Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo. En todos los casos, si Renfe hubiese tenido más trenes hubiera podido incrementar el número de frecuencias, poner a la venta mayor oferta de plazas y haber reducido los tiempos de viaje en algunos recorridos.  Todo esto ha sucedido en plena recuperación de la movilidad de los pasajeros tras la pandemia. También el retorno del turismo, para cuyos clientes Renfe ha puesto grandes esperanza como mercado. La dirección de la compañía debe ahora cuantificar los ingresos que ha perdido como consecuencia del retraso en la entrega de trenes.

La flota de Renfe no ha aumentado en los últimos años, pero sí las relaciones ferroviarias. La apertura de nuevas líneas de alta velocidad, como Madrid-Orihuela (febrero de 2021), Madrid-Ourense (diciembre de 2021) o el túnel pasante Chamartín – Torrejón de Velasco (julio de 2022), implica que la compañía tenga que redistribuir la flota existente, hasta que lleguen los nuevos trenes que tiene que entregar Talgo. A estas aperturas se unirá en unos días la puesta en servicio de la línea Madrid-Burgos de alta velocidad.