Europa, y más especialmente Alemania, trabajan contra reloj para diversificar su suministro de gas reducir su dependencia de Rusia. Uno de sus posibles proveedores alternativos es Canadá, el séptimo productor de gas del mundo, y para hacerlo posible podría contar con la ayuda de una empresa española: Repsol. El Gobierno de Canadá cree que la empresa que preside Antoni Brufau es el mejor socio para poder exportar su gas al continente europeo, según reveló el ministro de Medio Ambiente canadiense, Steven Guilbeault, en una entrevista a Reuters.

"Repsol es probablemente el proyecto más rápido que podría implementarse porque requiere un mínimo de permisos: ya existe una instalación y un gasoducto allí mismo", dijo Guilbeault. Se refiere a la planta de regasificación Saint John LNG que la compañía que comanda Josu Jon Imaz tiene en la costa este del país, a donde habría que enviar el gas natural desde el oeste, en las provincias de Alberta y Columbia Británica, donde se produce la mayor parte del gas del país norteamericano.

Alemania, que importa el 66% de su gas de Rusia, ha advertido que, aún con sus reservas del gas al 100%, un corte del suministro llevaría a consumirlas en 10 semanas y el gobierno de Justin Trudeau habrían mantenido ya una serie de reuniones de cooperación. En mayo, el Gobierno canadiense valoró, además de esta posibilidad, la de Pieridae Energy, una empresa canadiense con la que mantenía conversaciones y que propuso construir una nueva instalación de gas natural licuado en Nueva Escocia, pero finalmente esta opción ha sido descartada porque la solución más rápida es utilizar una infraestructura existente que pueda ser reconvertida, como es el caso de la planta de regasificación de Repsol.

Saint John LNG, propiedad de la empresa que comanda Josu Jon Imaz al 100%, es operada por la compañía desde el año 2009 y cuenta con unas modernas instalaciones de carga y descargaalmacenamiento de GNL y regasificación, además de una profundidad que permite el atraque de grandes buques. Actualmente, esta planta que recibe gas natural licuado y lo suministra, a través de los gasoductos de conexión, para uso industrial y de generación eléctrica al este de Canadá y noreste de Estados Unidos.

Pero más allá de la ubicación, este activo tiene potencial para poder añadir capacidad de licuación de gas natural a la actual planta de regasificación para su exportación a los mercados internacionales. "Es un proyecto que podría implementarse con bastante rapidez, pero todavía estamos hablando de algunos años" antes de que pueda exportar GNL a Europa, dijo Guilbeault. En este sentido, en una primera fase podría desarrollarse un proyecto con capacidad de suministrar 2 millones de toneladas de GNL por año (3,2 billones de metros cúbicos de gas, equivalentes al 10% del consumo de España o el 4% del consumo de Alemania) y la capacidad se podría ampliar posteriormente hasta los 8 millones de toneladas (22% de consumo de España, 9% de Alemania).