Iberdrola ganó en el primer trimestre 1.058,3 millones de euros, un 3% más que en el mismo periodo de 2021, gracias al crecimiento de los negocios internacionales, que compensaron el mal resultado de España, cuyo beneficio cayó un 29% (hasta los 337 millones de euros, menos de un tercio del total del grupo) por "los altos precios de la energía no traspasados a sus clientes con contratos fijos acordados previamente", según defiende la eléctrica en la presentación de sus resultados.

La compañía asegura que el 80% de la energía vendida a los clientes de mercado libre de Iberdrola está a precios que se sitúan entre la mitad y un tercio inferior a los precios de la tarifa regulada (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) y ha pedido "diálogo" a las administraciones. “La actual crisis en el mercado energético demuestra la necesidad de acelerar la transición energética para alcanzar la autonomía energética en Europa y descarbonizar nuestra economía. Para ello, se necesitan soluciones basadas en el marco europeo y en un diálogo continuo entre los agentes y las administraciones”, ha asegurado el presidente de la eléctrica, Ignacio Galán.

Este adverso resultado en España fue compensado con el crecimiento en los negocios en Estados Unidos y Brasil -un 33% Avangrid y un 20% Neoenergía- y de hecho, según la empresa, esta buena evolución de los negocios internacionales le permite mantener sus previsiones para 2022: un beneficio neto de entre 4.000 y 4.200 millones de euros y un suelo del dividendo de 0,44 euros por acción "a pesar de la incertidumbre regulatoria en España".

En concreto, "los más de 3.800 megavatios de capacidad instalada adicional prevista para este año y los 4.000 millones de euros de inversión en redes que contribuirán al resultado de este ejercicio; el crecimiento adicional de Estados Unidos y Brasil por las inversiones; el positivo impacto de las divisas y la mejora de los márgenes del negocio minorista en Reino Unido" son los factores que justifican, según la compañía, esas previsiones anuales.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ha aumentado un 5% en el primer trimestre de 2022, hasta los 2.951 millones de euros gracias al buen comportamiento de Estados Unidos, Brasil y el área internacional. Por negocios, el área de redes crece un 20% en este periodo, hasta los 1.587 millones de euros, mientras que el negocio de producción de energía y clientes cae un 6,8%, hasta los 1.360 millones de euros, afectado principalmente por los altos precios de la energía, la baja producción renovable y la parada no programada de la planta nuclear de Cofrentes -ya solucionada-, que forzaron a la compra de energía en el mercado de casi 4,5 teravatios-hora (TWh).

La compañía ha destinado más de 2.100 millones de euros de inversión en el primer trimestre (casi 10.000 millones en los últimos 12 meses), un 80% de la inversión se ha dirigido a mercados internacionales, destacando Estados Unidos (32%), Brasil (18%), Reino Unido (15%) y otras áreas geográficas internacionales (14%). Más de 1.121 millones de euros de las inversiones se dirigieron renovables en el primer trimestre de 2022. Este impulso inversor ha permitido que el grupo instale 3.500 nuevos megavatios (MW) renovables en los últimos 12 meses – 1.218 fotovoltaicos, 1.136 MW eólicos terrestres, 998 hidroeléctricos y 111 MW de baterías- y alcanzar los 38.300 MW de capacidad renovable en todo el mundo. En la actualidad la compañía cuenta con 7.500 megavatios en construcción y una cartera de proyectos que asciende a 90.000 megavatios.