Diego González es un transportista autónomo, tiene el camión con la aguja del combustible en la reserva y un “chiquillo de tres años” que no sabe decir “tengo hambre, papá” pero “viene, llora y señala el bote de las galletas”. Este jueves abordó a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, de visita en Oviedo, le entregó una carta, unas facturas y dos camiones de juguete y le hizo en tres minutos un relato clarividente en primera persona de las razones por las que el sector del transporte está poniendo el país patas arriba. “Estamos hipotecados hasta los ojos”, dijo enseñando las facturas “para que puedas comprobar lo que subió el gasoil de febrero del año pasado a febrero de este año. Haced lo que podáis. No damos abasto…

“Ya sabes que nuestro compromiso es al cien por cien”, responde la Ministra. “Lo que más me preocupa no es sólo la solución puntual, es dar estabilidad al sector, para que no se trabaje nunca a pérdidas…” “Ese es el tema”, asiente Diego. “Aquí te explico lo que yo considero que es lo primero que hay que arreglar. También estamos muy desprotegidos en las áreas de servicio, nos entran a robar en las cabinas… La gente nunca robaba leche y ahora roba leche de los camiones. Tenemos que estar vigilando día y noche para que no nos roben hasta los faros del camión. Es una locura. No podemos”.

Con emocionada serenidad, casi hasta las lágrimas, el relato siguió por la angustia de comprobar que “para salir a trabajar, tengo que llenar 1.400 litros de gasoil, y no puedo”. “O doy de comer a mi hijo o lleno el depósito. Tengo que pagar a Hacienda, autónomos, el IVA, tengo que pagarlo todo, y no damos abasto. El banco quiere cobrar, lógicamente, y todas las familias tenemos un pequeño colchón, pero eso se acaba, y ya estamos en un momento en el que tenemos que decidir qué pagar”. “Nos metimos en una hipoteca y muchos podemos llegar a correr el riesgo de perder el camión, y esa sería la mejor de las opciones. Otros van a perder su casa”.

Uno de los camiones de juguete que le entregó a la Ministra iba a ser para su hijo –“me ayudó él a mezclar los colores”–; el otro iba rotulado con el logotipo de la Central Lechera Asturiana y es un símbolo de apoyo “a los que recogen leche”. “Por favor, que nos ayudéis”.

–Estamos trabajando para ello.

–No lo dudo, pero cuanto antes mejor, llevamos casi quince días aparcados…