Acaba agosto, finaliza el verano y con él muchas empresas finiquitan esos contratos firmados a principio de temporada para reforzarse ante las vacaciones. El guion se repite este 2021, volviendo a los parámetros de la 'vieja normalidad'. No ha habido agosto de creación de empleo en las últimas dos décadas, a excepción del extraordinario, por pandémico, 2020. Y este año el final de la campaña estival ha barrido 118.004 empleos respecto a julio; hasta un total de 19,4 millones de afiliados a la Seguridad Social. Pese a ello el paro deja un dato muy positivo, con 82.004 parados menos; hasta un total de 3,33 millones de desempleados. Es su mayor descenso en un cierre de verano y mantiene su tendencia a la baja, por quinto mes consecutivo; tal como constatan las estadísticas publicadas este jueves por el Gobierno.

El mercado laboral español cada mes se parece más al mercado laboral de la vieja normalidad. Con sus vicios y sus virtudes. Entre los primeros se cuenta la cronificada temporalidad, que este agosto ha dejado a la vista sus vergüenzas. Como muestra, el 31 de agosto se finiquitaron 342.276 contratos. "La recuperación del empleo está volviendo a realizarse a través de sus vicios habituales, que es un excesivo peso de la contratación temporal", ha afirmado este jueves en rueda de prensa el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.

Sectores como la agricultura, con ya parte de la fruta recogida, o la educación y las actividades artísticas o recreativas, tras el cierre de casales, campamentos y 'esplais', han sido los que han empujado a la baja las cifras de empleo este agosto. La pérdida de empleo postestival, no obstante, no ha sido de las más intensas que ha vivido el mercado laboral español en los últimos años. De hecho, es la menos mala desde el agosto del 2014; justo al inicio de la recuperación del empleo tras la crisis financiera.

Los ertes siguen a la baja

La nota positiva es que esta destrucción de ocupación no ha sido incompatible con la desafectación de trabajadores de los ertes, que ha seguido su senda a la baja. La ausencia de nuevas restricciones sanitarias y la estabilidad en las persistentes ha contribuido a que las empresas sigan sacando trabajadores del erte. Agosto cerró con un total de 272.190 trabajadores en un expediente de suspensión, ya fuera total o parcial; 59.296 menos que el mes pasado y lejos del máximo de 3,5 millones alcanzado durante el primer confinamiento. A lo largo de este mes de septiembre el Gobierno, la patronal y los sindicatos tienen pendiente negociar una nueva prórroga de las ayudas públicas para este tipo de expedientes, con el fin de alargarlas hasta final de año.

Y una de las notas negativas es que la resistencia del colectivo de trabajadores autónomos empieza a flaquear, pues si bien hasta ahora habían aguantado la crisis del covid sin perder ocupados, este agosto han sufrido un primer leve retroceso del 0,2%.

Más allá de lo estacional, el mercado laboral español continúa por encima de los niveles de empleo previos al covid; pese a que "la cicatriz de la pandemia todavía es profunda", tal como ha recordado el secretario de Estado de Seguridad Social, Israel Arroyo. "Hay muchos empleos que no se han creado durante estos meses y que se tienen que crear", ha insistido.

268.000 parados más que antes del covid

"Estamos prácticamente ya en los mismos niveles de paro que antes de la pandemia", ha afirmado Pérez Rey. Actualmente en España hay 3,33 millones de desempleados registrados formalmente en el SEPE; frente a los 3,54 millones de parados en marzo del 2020 (primer mes de pandemia). Es decir, pese a los récords consecutivos que España ha encadenado en los últimos meses, todavía arrastra 214.397 desocupados más que antes del covid. Si bien la recuperación de las tasas de desempleo está siendo mucho más rápida en esta crisis que en la financiera de hace 10 años.

¿Cómo puede bajar el paro y a la vez la afiliación?

La afiliación -cuántas personas están dadas de alta en la Seguridad Social- y el paro -cuántas personas están apuntadas en el SEPE- son dos indicadores diferenciados que no necesariamente coinciden. Es por ello que pueden ilustrar situaciones aparentemente contradictorias, como que baje la afiliación, pero a su vez baje el paro. Ello se explica por un cóctel de factores. Para empezar la afiliación mide la media durante el mes y el paro es a último día de mes, lo que incorpora un efecto de cierre que sesga la comparativa.

A ello se añade un elemento de desfase, pues si bien la baja a la Seguridad Social es automática, la inscripción en el SEPE puede demorarse días o semanas. Lo que puede provocar que esos nuevos parados se evidencien al mes siguiente. Y este agosto, con la finalización temprana de la temporada turística (que sin congresos pocos visitantes atraerá en septiembre) puede provocar ese sesgo. También se suman elementos puramente estacionales, como la gente que se apunta al paro en verano y luego no renueva su alta porque a partir de septiembre se dedicará a otra cosa, como estudiar.

Aquí podría intervenir un hipotético 'efecto desánimo', en tanto que hubiera personas paradas que no tuvieran perspectivas de encontrar empleo pronto y no renovarán su condición oficial de "parados". Algo poco probable este agosto, ya que a partir de septiembre se espera una aceleración de la economía y un crecimiento de la afiliación.

Un elemento que también destacan algunos economistas consultados es que desde junio el SEPE ha dejado de renovar automáticamente las altas como demandantes de empleo, que había automatizado para evitar trámites durante la pandemia. Ahora los usuarios deben hacerlo proactivamente y puede que algunos hayan dejado de renovar y hayan desaparecido de la estadística.

Baja en Cataluña y sube en Madrid

Ese descenso del desempleo ha sido generalizado entre las distintas comunidades autónomas, pero no unánime. Baleares, Canarias y Asturias fueron los territorios donde más bajó el desempleo en términos relativos. En Cataluña el descenso fue de 17.186 parados (-4,2% respecto a julio), hasta un total de 391.128 parados. La reducción es récord, aunque todavía hay 25.919 desempleados más que antes del coronavirus entre las cuatro provincias catalanas. Esos buenos datos contrastan con las malas cifras en el otro gran motor económico español. En la Comunidad de Madrid el desempleo subió en 3.526 personas respecto a julio (0,8%); hasta un total de 418.915 parados.