Bankia obtuvo un beneficio neto de 230 millones de euros en 2020, un 57,6 % menos que un año antes, después de destinar 505 millones de euros a provisiones extraordinarias para hacer frente al impacto de la pandemia del coronavirus, según la información remitida este jueves por el banco a la CNMV.

A pesar de la caída del beneficio neto, el resultado del negocio puramente bancario creció un 3,8%, hasta 1.336 millones, la cifra más alta de los tres últimos años, gracias, en parte, a la caída del 2% de los gastos y al aumento del 12,2% de las comisiones del negocio con clientes, que alcanzaron los 1.213 millones.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha señalado que pese a todas las dificultades y a que los tipos de interés han ahondado en terreno negativo, Bankia ha cerrado un ejercicio "muy positivo" en términos de negocio, con importantes crecimientos en créditos a empresas, hipotecas y fondos de inversión. También ha destacado que 2020 es "el año de la culminación del proyecto de Bankia como entidad independiente", ante su próxima fusión con CaixaBank, y ha hecho un balance "muy positivo" de estos diez años de trayectoria, de la que ha dicho sentirse "muy orgulloso".

En cuanto a la solvencia, a cierre de diciembre, la ratio de capital de máxima calidad CET1 'fully loaded' -con todos los requerimientos normativos- se situó en el 15,48%, frente al 13,02% de 2019, 710 puntos básicos por encima del mínimo exigido.

El crédito neto concedido a los clientes sumó 121.000 millones de euros tras crecer un 3% interanual, en tanto que los depósitos minoristas aumentaron casi lo mismo y alcanzaron los 128.460 millones.

La tasa de morosidad de toda esta cartera crediticia se situó en el 4,7% al cierre del ejercicio, algo mejor que el 5% del final de 2019, igual que la tasa de cobertura, que mejoró hasta el 58,2 % desde el 54% precedente.

La entidad concedió 42.600 millones de euros en créditos a empresas, un 17% más, en tanto que las formalizaciones de hipotecas sumaron 3.348 millones, un 14,3 % más, y el crédito al consumo bajó un 53,6% y quedó en 1.229 millones. Dentro de la cartera crediticia, Bankia concedió a autónomos, pymes y empresas cerca de 11.000 millones de euros con aval del ICO, al tiempo que formalizó 49.000 moratorias hipotecarias y más de 61.500 moratorias en préstamos al consumo.

En paralelo, la entidad siguió participando activamente en el programa de avales diseñado por el Gobierno a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), con un desembolso de 10.941 millones de euros (unos 8.100 millones con aval).

El margen de intereses -que recoge la mayor parte de los ingresos- se redujo un 5,9% y quedó en 1.904 millones, por el entorno de bajos tipos de interés, por una mayor orientación de la cartera al segmento de empresas, los menores volúmenes de consumo y la menor contribución de intereses de la cartera de renta fija.

La cartera de clientes digitales de la entidad representó el 60,5% del total a cierre del ejercicio frente al 53,3 % de 2019, lo que eleva a más de cuatro millones la cifra de clientes que se relacionan con el banco de manera digital. En cuanto a las ventas digitales, suponen ya el 46,9 % del total, la cifra más elevada registrada por el banco.