Todo esta preparado en los grandes almacenes para abrir sus puertas mañana, tras los Reyes, a las rebajas de enero, aunque muchos establecimientos del pequeño comercio llevan ya días con productos con el 50 e incluso al 70 % de descuento para atraer al consumidor que ha podido perder por la pandemia.

Las medidas de distanciamiento social y de seguridad, a las que el virus obliga, imposibilitará este año la imagen de antaño de numerosos españoles entrando a empujones y corriendo por los pasillos de los grandes centros para encontrar las mejores ofertas los primeros.

No obstante, a las diez de la mañana las puertas se abrirán, pero ¿cómo reaccionarán los consumidores? ¿Habrá gente haciendo cola, con su distancia de seguridad, esperando para entrar? ¿Acudirán muchos a esta cita tradicional o seguirán comprando fundamentalmente online?.

Una incógnita que se solventará mañana jueves, pero todo apunta a que la imagen típica que vemos todos los 7 de enero en los telediarios "irá este año a menos", según prevén algunas organizaciones de consumidores como FUCI.

Su presidente, Gustavo Samayoa, mantiene que los usuarios "se han vuelto más previsores" y que "tienen miedo a gastar porque hay mucha incertidumbre con la pandemia".

"Los Reyes van a ser un detallito. Incluso algunos los han pospuesto para otro año porque la gente prefiere pasar por alto estas fiestas y pensar que habrá otras mejores", dice Samayoa, que lamenta que el comercio "lo tiene muy mal".

Un comercio, según han comprobado en esta asociación, que está planteando "descuentos reales, que llegan del stock que no han vendido", pero que este año cuenta con un consumidor "más reacio al gasto".

"Nada tiene que ver con el año pasado", según las asociaciones, porque, tal y como dice el portavoz de Facua, Rubén Sánchez, la coyuntura económica que está pasando mucha gente provoca que tenga menos capacidad de consumo y que no vaya tanto a comprar en rebajas.

Pero además la gente sale muchos menos a la calle y eso provoca directamente menos compras de productos textiles, y ante eso, y si la economía no lo permite...

Por eso, y para el buen desarrollo de las rebajas, Facua pide a los comercios que no hagan lo que, según denuncia, ha ocurrido en los últimos años, que "no falseen los descuentos".

Los representantes de la OCU también están convencidos de que estas rebajas se verán afectadas por las restricciones en el comercio que existen en diferentes comunidades autónomas, pero a pesar de ello y para que los consumidores puedan aprovechar al máximo este periodo, ha recordado unos consejos a tener en cuenta antes de salir de compras:

- Hacer listas de lo que se necesita.

- Los productos deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante al menos un mes, y su calidad no puede ser diferente a la que tenían antes de estar rebajados.

- Los objetos rebajados deben mantener su precio original junto al rebajado, o bien indicar de forma clara el porcentaje del descuento.

-Algunos comercios establecen unas condiciones especiales para las compras en periodo de rebajas (sobre las devoluciones o la aceptación del pago con tarjeta) y deben estar claramente indicadas y visibles.

- Conservar el tique o factura simplificada de las compras porque si no se pierde también el derecho a cambiar, devolver o reclamar.

- Si no consigue llegar a un acuerdo amistoso, se debe solicitar la hoja de reclamaciones y plasmar la queja.

- Elegir establecimientos adheridos al sistema arbitral de consumo, que ofrecen más garantías al consumidor

- Si el problema persiste, reclamar a una instancia superior.

Son consejos que recuerdan las asociaciones y a los que se suma el Ministerio de Consumo, que recuerda que un producto defectuoso no puede aparecer como rebajado en este periodo y que los que se ponen a la venta deben estar en perfecto estado y cumplir con los requisitos establecidos en el contrato.

Un producto rebajado, además, incide Consumo, no supone una menor protección del consumidor y, por tanto, la garantía legal del artículo comprado en rebajas debe ser idéntica a la de cualquier artículo nuevo comprado en otro momento.

Estos plazos son de dos años desde la entrega del producto, cuando el producto es nuevo, y el plazo pactado en el caso de los de segunda mano, aunque nunca será menor a un año.

El derecho a devolver el producto es diferente en compras físicas y online. En el primer caso, el consumidor tiene derecho únicamente en caso de falta de conformidad con el contrato ( por ejemplo, cuando existe un defecto de fábrica), y en el segundo lo tiene sin indicar motivo alguno y en un plazo de 14 días naturales desde que recibió el artículo.