El ingreso mínimo vital (IMV) subirá un 1,8 % en 2021, ya que está vinculado a la evolución de las pensiones no contributivas, lo que supondrá elevar en 8,3 euros al mes el mínimo de esta ayuda, hasta 469,8 euros, y en 18,3 euros el máximo, hasta 1.033,6 euros mensuales, en 12 pagas.

Así, el nivel mínimo, que corresponde a los hogares unipersonales que no tengan ninguna otra renta, pasará de 5.538 euros anuales (o 461,5 euros al mes) a 5.637,6 anuales (469,8 euros mensuales).

En la cuantía máxima, contemplada para hogares con 5 o más personas, el incremento será de 219,3 euros al año, al pasar de 12.184 este año a 12.403,3 en 2021. Al mes, eso supondrá elevar en 18,3 euros el máximo de esta ayuda, que pasará de 1.015,3 euros a 1.033,6 euros.

Entre el nivel mínimo y el máximo, el IMV presenta distintas escalas de ayudas en función del número de personas del hogar, los menores que conviven o si se trata de hogares monaparentales.

Por ejemplo, en el caso de un hogar con un adulto y dos niños pasará de 10.080 euros anuales (840 al mes), a 10.261,4 euros al año (855,1 al mes, 15,1 euros más). O en el de dos adultos y dos niños, de 10.523 al año (876,9 al mes), a 10.712,4 al año (892,7 al mes, es decir, 15,7 euros más).

En el proyecto de presupuestos para 2021, se recoge una transferencia del Estado a la Seguridad Social para financiar esta ayuda de 3.017 millones, el coste anual aproximado del IMV. Según los últimos datos de la Seguridad Social, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha reconocido el IMV a más de 136.000 hogares.

El ingreso mínimo vital está diseñado de forma que completa las rentas preexistentes (entre otras, las salariales), hasta el umbral garantizado para cada tipo de hogar.

Si no se cuenta con rentas, se percibe toda la ayuda, pero si se dispone de otros ingresos se cubre la diferencia entre ese umbral garantizado por año y la renta ya existente. El objetivo de la ayuda es llegar a 850.000 hogares para luchar contra la pobreza.