La confianza de los consumidores empeoró en septiembre y rebasó los mínimos marcados en abril -en pleno estado de alarma y confinamiento por la pandemia del COVID-19- hasta situarse en niveles similares a los de los peores momentos de 2012 y 2008.

Según el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) publicado este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), este se situó en septiembre en 49,5 puntos, 0,4 por debajo del dato del mes anterior, con peores valoraciones, de las expectativas a futuro como, sobre todo, de la situación actual.

En concreto, cayó 0,5 puntos la valoración de la situación actual (hasta 29,2), mientras que la de las expectativas lo hizo en 0,4 (hasta 69,7).

La confianza de los consumidores empeoró en septiembre y rebasó los mínimos marcados en abril -en pleno estado de alarma y confinamiento por la pandemia del COVID-19- hasta situarse en niveles similares a los de los peores momentos de 2012 y 2008.

Con estas evoluciones, el índice se sitúa en cifras muy similares a las obtenidas en 2012 y primeros meses de 2013 y también a los que se dieron en 2008 y principios de 2009, "los valores más bajos de la serie hasta el momento", lejos de los 100 puntos, que marcan el inicio de lo que se puede considerar una percepción positiva.

El CIS señala que el índice de septiembre "sigue recogiendo un contexto especial y atípico debido a la crisis global motivada por el virus COVID-19" y detalla que el trabajo de campo para este mes se realizó del 21 al 28, "en la fase de nueva normalidad y con unas expectativas que siguen condicionadas por el clima de incertidumbre existente".

Al detalle de las dos variables, en la de situación actual, cayó la valoración de la situación económica actual en 0,7 puntos (hasta los 8,2 puntos) y la del mercado de trabajo en 1,5 puntos (hasta 13,1), marcando así las peores valoraciones obtenidas hasta este momento, junto con las que se obtuvieron a finales de 2008 y principios de 2009 y finales de 2012.

Por su parte, la percepción actual de la situación en los hogares mejoró 0,7 puntos.

Respecto a las expectativas, la valoración de la evolución económica en el futuro inmediato disminuyó 2,7 puntos y la del mercado de trabajo, 1,9 puntos; en tanto que la de los hogares aumentó en 3,4 puntos.

También disminuyó en septiembre la evolución de las expectativas de los consumidores en relación con el consumo y las posibilidades de ahorro, en tanto que aumentaron los temores de inflación y a un futuro aumento de los tipos de interés.

En sus respuestas, más de la mitad de los encuestados (un 56,2 %) afirmó que llega justo a final de mes y un 41,2 % aseguró que la situación económica de su hogar había empeorado en los últimos seis meses, mientras que solo el 7,6 % la veía mejor.

Un 23,9 % de los españoles afirmó que tiene más personas de su entorno en paro que hace medio año y un 88,5 % veía más difícil encontrar un empleo.

La mayoría de los interpelados, un 93 %, cree que la economía española está peor que hace seis meses, pero sólo un 59,3 % opina que seguirá empeorando.

De cara al futuro, quienes creen que la situación económica de su hogar empeorará en los próximos seis meses (25,8 %) superan a quienes piensan que mejorará (19,8 %), y en torno a un tercio se muestra pesimista sobre la posibilidad de adquirir bienes duraderos (32,7 %) o ahorrar (37,4 %) en el próximo año.