La recesión provocada por el coronavirus representa una crisis completamente diferente a cualquier otra y superar su profundo impacto en la economía llevará tiempo, aunque los datos más recientes apuntan a que se puede ser algo más optimistas con respecto de la situación en los próximos trimestres, según ha señalado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.

"Los datos recientes que hemos recibido sugieren que podemos ser un poco más optimistas sobre la caída del crecimiento en el segundo trimestre y la expansión en el tercer y cuarto trimestres", ha apuntado el banquero central en una charla telemática junto al director general del MEdE, el alemán Klaus Regling, organizada por Goldman Sachs.

En este sentido, Guindos ha señalado que las previsiones macroeconómicas publicadas este martes por la Comisión Europea coinciden con el BCE en que la caída del PIB de la eurozona será de alrededor del 9% y que la recuperación de los niveles económicos precrisis no se alcanzará hasta finales de 2022. "Va tomar tiempo la recuperación", ha subrayado.

No obstante, el exministro español considera que "las perspectivas son ahora algo más brillantes de lo que eran hace apenas un par de meses en términos de desempeño económico" y ha destacado la intervención del banco central y de las autoridades, tanto nacionales como europeas, lo que ha traído una mayor tranquilidad a los mercados y permitido una relajación de las condiciones financieras tras el endurecimiento puntual registrado en marzo.

"Creo que ahora la situación es mejor", ha subrayado el vicepresidente del BCE, añadiendo que la institución permanece dispuesta a recalibrar sus medidas si fuera necesario.

Dudas pasadas sobre el BCE

Asimismo, el vicepresidente del banco central de la zona euro ha destacado que, tras la reciente votación del Parlamento de Alemania, la cuestión de la proporcionalidad de la intervención del BCE a través de su programa de compra de deuda pública PSPP, al que el Tribunal Constitucional de Alemania había puesto pegas, "es ahora un debate del pasado".

La semana pasada, el Bundestag expresó su apoyo al plan de compras masivas de deuda pública, conocido por la sigla PSPP y lanzado por el BCE en 2015, cuya legalidad había sido cuestionada por el Tribunal Constitucional de Alemania, que exigía al banco central que justificase la proporcionalidad del programa ante el Gobierno y el Parlamento germanos para no vetar la participación del Bundesbank, el banco central del país, en dichas compras.

La resolución aprobada por el Bundestag señala que el BCE ha ofrecido una declaración comprensible sobre la realización de una prueba de proporcionalidad de su programa de compras y, por lo tanto, cumple con los requisitos fijados en la sentencia del Tribunal Constitucional Federal.

En este sentido, sostiene que para llevar a cabo una prueba de la proporcionalidad del programa de compras, "el BCE había examinado la idoneidad, necesidad y adecuación de las medidas de política monetaria en relación con sus decisiones sobre el PSPP", subrayando que la institución había identificado y ponderado los impactos de la política económica del PSPP, y estos fueron puestos en relación con los beneficios previstos de cara a cumplir el objetivo de la política monetaria y "se evaluaron de acuerdo con los criterios de proporcionalidad".

El pasado 5 de mayo, el Tribunal Constitucional de Alemania dictó una sentencia cuestionando si el programa de compra de activos públicos del BCE había rebasado las competencias del banco central y exigía a la institución presidida por Christine Lagarde aclarar la proporcionalidad de sus medidas de política monetaria, advirtiendo al Bundesbank de que no podría seguir tomando parte en el mismo si el instituto emisor de la eurozona no justificaba el carácter proporcionado sus compras.