La confianza del consumidor subió 2,4 puntos en octubre en relación al mes anterior, hasta situarse en 93 puntos. Pese a ello, este indicador se mantiene en sus niveles más bajos de los últimos dos años, según los datos publicados este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Este repunte de la confianza del consumidor en el décimo mes del año, que contrasta con el desplome en casi 12 puntos que se registró en septiembre, se debe a la mejor valoración que hacen los ciudadanos de la situación actual y a sus mayores expectativas.

A pesar de estas mejoras, la confianza de los consumidores se mantiene por debajo de los 100 puntos, con lo que la percepción de los consumidores se considera negativa, ya que para considerarla positiva debe estar por encima de los 100 puntos.

Dentro de los dos indicadores que componen el índice de la confianza del consumidor, el de situación actual registró un avance de 2,5 puntos, hasta los 85,4 puntos.

Por su parte, el indicador de expectativas aumentó 2,3 puntos en octubre, hasta los 100,5 puntos, volviendo a superar la barrera de los 100 puntos después de haberse quedado por debajo de esta cifra el pasado mes de septiembre.

Dentro del indicador de situación actual, la valoración de los consumidores sobre la evolución general de la economía subió 3,7 puntos; la del mercado de trabajo mejoró 1,2 puntos, y la percepción sobre la situación de los hogares avanzó 2,5 puntos.

Por su lado, el aumento de las expectativas de los ciudadanos es resultado de la mejora en 4,2 puntos de la valoración sobre la evolución futura de la economía, del repunte en 1,5 puntos de las expectativas sobre el empleo y del alza en 1,3 puntos de la valoración sobre la situación futura de los hogares.

Comparando los datos de octubre de este año con los del mismo mes de 2017, la confianza del consumidor retrocedió 6,7 puntos, tras bajar el índice de situación actual en 8 puntos y el de expectativas, en 5,3 puntos.

El ICC recoge mensualmente la valoración de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.