El salario medio anual bruto de los trabajadores por cuenta ajena con alguna discapacidad es de 19.569,6, un 15,7 por ciento inferior al que percibe el resto de la población, que es de 23.208 euros.

Una diferencia que es más acusada en el caso de los hombres con discapacidad que cobran un 20,4 % menos que los no discapacitados, frente al 11,6 % de diferencia que existe entre las mujeres.

Son algunos de los datos de la encuesta "El Salario de las Personas con Discapacidad" que hoy difunde el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2015, un ejercicio en el que los sueldos de este colectivo aumentaron un 2,9 % de media.

También hay diferencias salariales entre los hombres y mujeres con discapacidad. Ellas son doblemente castigadas: por ser mujer y discapacitada, con un sueldo un 14,7 % inferior de 17.778,1 euros de media anual frente a los 20.835,4 euros que perciben ellos.

Una brecha salarial que, no obstante, es inferior a la que existe entre hombres y mujeres sin discapacidad que alcanza el 23,1 %.

La diferencia salarial entre la población discapacitada y la que no lo es varía en función del puesto que ocupan.

Así, en los puestos altos -directores, gerentes o científicos- los salarios son un 7,2 % menores; en los bajos -operadores y trabajadores no cualificados-, son un 16,9 % inferiores y en los medios apenas hay diferencias.

Lo sueldos más bajos son lo que perciben los trabajadores con discapacidad intelectual y mental (entre 12.300 y 15.700), mientras que los que la tienen sensorial y física cobran los más altos (entre 20.500 y 21.000).

En su estadística el INE recuerda que a la hora de analizar las diferencias salariales hay que tener en cuenta la baja participación en el mercado de trabajo de las personas con discapacidad, que tienen una tasa de actividad de solo el 33,9 %, más de 44 puntos inferior a la del resto de la población.

Y su tasa de ocupación es del 23,4 %, menos de la mitad que en el resto.

Por el contrario, la de paro es del 31 %, nueve puntos superior a la de la población sin discapacidad.

Si se analiza el salario por horas, las personas con discapacidad perciben 13 euros en cómputo anual, un 13,9 % menos que el resto de la población.

Y, según los datos de 2015, la distribución salarial fue similar en ambos colectivos, aunque en el caso de las personas con discapacidad un porcentaje mayor de trabajadores se concentró en torno a salarios bajos.

Destaca Estadística que, a medida que aumenta la edad, las diferencias salariales disminuyen, aunque en ningún caso la ratio salarial llega a superar el 82 %.

Es decir, que la diferencia entre lo que cobra una persona con discapacidad y el que percibe un trabajador sin discapacidad en ningún rango de edad fue inferior al 18 %.

Respecto al tipo de jornada, en 2015 hubo menos diferencias salariales entre personas con y sin discapacidad en los contratos a tiempo parcial, para los que la ratio salarial fue del 94,6 %.

Por tipo de contrato la ratio resultó similar, tanto para el contrato indefinido como para el de duración determinada (85,5 % y 84,6 %, respectivamente).

Las mayores diferencias se registraron en centros de cotización de tamaño medio (de 50 a 199 trabajadores), con salarios para las personas con discapacidad un 28,2 % inferiores.

Si se analiza el colectivo de personas con discapacidad en función de las medidas de fomento del empleo recibidas en 2015, se aprecia que los beneficiarios fueron, a su vez, los que tuvieron menores ganancias.