El sector de la estiba es prácticamente un desconocido para la opinión pública a pesar de que la intención del Gobierno de liberalizar el sector y su consiguiente conflicto lo ha llevado a la primera planta. Los estibadores, según la Real Academia Española, son los "trabajadores que se ocupan en la carga y descarga de un buque u otro medio de transporte, y distribuye convenientemente los pesos en él". Su presencia es, por tanto, habitual en todo puerto, pero especialmente en los de contenedores. El gran movimiento económico que representan estas terminales para la economía española y la amenaza de su parálisis a causa del conflicto explican el porqué de la repentina permanencia constante de esta rama en los medios de comunicación.

El término de la estiba se ha convertido en uno de los más frecuentes en la prensa de las últimas semanas. La liberalización propuesta por el el Gobierno -tumbada hoy en el Congreso por la mayoría parlamentaria que ostenta la oposición- representa un notable cambio en las condiciones de estos trabajadores. Se calcula que de aprobarse el decreto que permitiría la contratación libre de empleados por parte de las empresas, los estibadores podrían ver reducido su sueldo hasta en un 60 por ciento.

Para entender el conflicto conviene conocer el sistema de contratación del sector, el único en España que no está abierto a la libertad de contratación. Esta es una de las claves del problema. Así, las empresas que operan en los puertos públicos no pueden contratar a los trabajadores que deseen sino que deben contratar exclusivamente a trabajadores que formen parte de Sociedades Anónimas de Gestión de trabajadores Portuarios (Sagep).

El origen del conflicto radica en una resolución del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea del 11 de diciembre de 2014 que obliga a liberalizar el sector de la estiba para cumplir con la norma comunitaria. Esta sentencia permitiría además que estibadores de la UE entrasen en el mercado español.