Las acciones de Banco Popular se han desplomado un 26,5%, hasta los 1,732 euros, en la sesión bursátil de este jueves, volviendo a niveles de 1992, tras anunciar una ampliación de capital y un nuevo plan estratégico a 2018 con el que busca mejorar su situación actual.

En concreto, el banco que preside Ángel Ron ha anunciado este jueves una ampliación de capital por importe de 2.505 millones de euros con la que pretende reforzar su balance, así como la suspensión del pago de dividendo en 2016, para poder retomarlo en el momento en que el Grupo informe de resultados consolidados trimestrales positivos en 2017.

También ha presentado un plan estratégico hasta 2018 que contempla la reducción de activos improductivos por 15.000 millones de euros y alcanzar un 'payout' en efectivo del 40% para esa fecha.

Las decisiones de la entidad, tomadas "de manera consciente por el banco" para tratar de normalizar la generación de beneficios, no han gustado a los analistas de Bankinter, que reducen su recomendación desde Neutral a Vender y ponen en revisión el precio objetivo de sus acciones.

Los expertos argumentan que la ampliación de capital se realizará a 1,25 euros por acción, lo que supone un descuento superior al 45% respecto a la cotización de ayer. Los títulos de Popular cerraron la sesión del miércoles a un precio de 2,35 euros después de haberse disparado más de un 7%.

"Esta ampliación no es suficiente como para situar su tasa de cobertura en línea con el 50% de la media sectorial, lo que lleva a pensar que Popular gana tiempo con esta operación, pero nada garantiza que no tenga que volver a apelar al mercado en el futuro", recalcan.

También insisten en que esta ampliación "supondrá un severo golpe para la cotización" de la entidad y afirman que "no termina de resolver las dificultades del banco" en términos de calidad crediticia.

"Consideramos improbable que el mercado dé por completado el saneamiento de su balance con esta operación, por lo que parece muy probable que la cotización se vea presionada a la baja durante un periodo extendido de tiempo", subrayan.

Objetivos ambiciosos, pero no imposibles

Una visión más optimista tienen los analistas de Renta 4 Banco, que creen que si finalmente se materializan las incertidumbres regulatorias futuras, la estrategia de Popular de hacer "borrón y cuenta nueva" para preparar el balance y los niveles de solvencia de cara a 2018 en un entorno de tipos bajos es positiva.

En este sentido, hacen hincapié en que los objetivos para 2018 "parecen ambiciosos, pero no imposibles" si se valora la fortaleza del banco en el negocio de los segmentos de pymes y autónomos, la recuperación económica en España y el sector inmobiliario, posibles operaciones corporativas, unos niveles de eficiencia altos y los efectos positivos derivados de la reducción de activos no rentables con un alto consumo de capital.

Además, insisten en que la mejora de las coberturas de los activos problemáticos no rentables y su reducción a ritmos superiores a los vistos en los últimos trimestres "aportan visibilidad para poder alcanzar un balance más equilibrado y reducir las dudas del mercado derivadas del sector inmobiliario".

Con todo, Renta 4 Banco considera que los niveles a los que cotiza Popular "justifican una recomendación de acudir a la ampliación de capital", dado que la entidad reforzará "de forma significativa" su balance y rentabilidad.

Popular, uno de los bancos más débiles

Por su parte, la analista de Self Bank Victoria Torre ha señalado que el desplome de las acciones del banco le han llevado a niveles no vistos desde 1992 y ha recordado que las dudas sobre la entidad "no son recientes", ya que en los últimos años Popular "viene siendo una de las entidades más débiles".

"Antes de las caídas de hoy, Popular era el banco más barato si se mide su valor en libros -0,36 veces, muy por debajo de la media del sector del Ibex, que está en 0,76-", apunta Torre, que se muestra cauta con la entidad y anima a los inversores a apostar por otras opciones dentro del sector.

Mientras tanto, el analistas de XTB Jaime Díez considera que la supresión del dividendo es "un gran acierto" por parte de la entidad, puesto que opina que "no está en condiciones de ofrecer dicha remuneración mientras su situación no sea la adecuada".

"Muchas entidades ofrecen y mantienen dividendos a pesar de que podría conseguir reducir la deuda o incrementar sus inversiones con dicho capital. En este caso, es una decisión razonable que ayudará a la compañía en el largo plazo", ha afirmado en declaraciones a Europa Press.

Respecto a la caída de los títulos en Bolsa, Díez ha indicado que si bien los inversores son conscientes de las dificultades que atraviesa el sector bancario, movimientos como el mostrado hoy por Popular "siempre cogen de sorpresa, ya que no se avisan con antelación para no lastrar la cotización antes de hora".