El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, que presentó este martes las previsiones económicas del FMI que cifran en el 2% el crecimiento del PIB de España para este año, advirtió de que "aún hay un largo camino por delante" e incidió en el problema del desempleo.

"Han pasado cosas buenas en España", destacó el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, quien atribuyó el repunte español a la mejora de la competitividad, el aumento de la productividad, los recortes salariales, el mejor comportamiento de las exportaciones y un mayor optimismo.

"Los consumidores están gastando más y la demanda doméstica es bastante fuerte", detalló Blanchard, quien, no obstante, recordó que el desempleo "sigue muy por encima del 20 por ciento", por lo que consideró que "aún hay un largo camino por delante".

Aunque las previsiones de crecimiento se cumplan, apuntó el economista, ello no significará que el paro baje "rápidamente".

Preguntado por la situación política en Grecia y España, y el auge de partidos como Podemos y su propuesta de reestructuración de la deuda, Blanchard reconoció su inquietud.

"El desempleo es todavía muy elevado y en España, como en otros países, está llevando al auge de partidos que incluso no quieren ser parte del euro, que tienen posturas populistas... Y eso es algo de lo que nos tenemos que preocupar", subrayó.

Para este año, el Fondo dibuja un escenario "complejo" en la zona del euro, con los riesgos planteados por una inflación y expectativas inflacionarias a la baja.

"En la zona del euro, la inflación ha vuelto a bajar, y los 'shocks' adversos -internos o externos- podrían conducir a una inflación persistentemente más baja o a retrocesos de los precios, ya que la política monetaria sigue siendo lenta en responder", aseguró el Fondo, en alusión al Banco Central Europeo.

El FMI prevé que la actividad económica "venga respaldada por el descenso de los precios del petróleo, una orientación más neutral de la política fiscal y la reciente depreciación del euro".

Advierte, no obstante, de que "estos factores quedarán compensados por el debilitamiento de las perspectivas de inversión que en parte refleja el impacto del menor crecimiento de las economías de mercados emergentes en el sector exportador".

Como recetas, reincide en las peticiones reiteradas en los últimos años: el BCE debe continuar "con su política expansiva para evitar que los tipos de interés reales crezcan, incluidas otras medidas", como la compra de deuda soberana, algo que ya ha adelantado el presidente del banco emisor, Mario Draghi.

Asimismo, en algunas economías, especialmente Alemania, el Fondo asegura que hay "una fuerte justificación" para una mayor inversión en infraestructura.