El plan de austeridad que el gobierno heleno pretende someter a aprobación parlamentaria el próximo martes recibió este jueves el visto bueno de los técnicos de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional desplazados a Atenas, según informó este jueves un portavoz comunitario.

"Ha habido un acuerdo", confirmó un portavoz comunitario, quien explicó la importancia de que el texto que llegue al Parlamento heleno cuente con la aprobación de los delegados de la "troika", formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.

Esta luz verde también es vital para que los líderes de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, puedan debatir la situación griega con mayor "claridad".

La decisión de enviar una misión de la UE y el FMI a Atenas para supervisar el texto que será enviado al Parlamento griego fue anunciada el lunes durante la reunión de ministros de Finanzas europeos, en la que se condicionó la entrega de la ayuda internacional al país a la aprobación parlamentaria, que debería producirse la próxima semana, de este plan de consolidación fiscal.

Los técnicos que negociaban con el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos consideran que, "con estas medidas, pueden cumplirse las metas del programa que se habían fijado para 2011", informó el portavoz.

El nuevo plan contempla que el Estado ingrese mediante la recaudación adicional de impuestos y el recorte del gasto público unos 28.300 millones de euros hasta el año 2015, de los cuales 6.500 millones deben entrar este mismo año.

Antes del fin de la negociación de este jueves, la "troika" había detectado un agujero de unos 5.500 millones de euros para cumplir el objetivo de los 28.300 millones de euros, cuestión que ha quedado zanjada tras las negociaciones, según las fuentes.