El fabricante Rolls-Royce pagará a la aerolínea australiana Qantas 100 millones de dólares por la explosión de un motor en pleno vuelo que en noviembre pasado la obligó a mantener en tierra a toda su flota de Airbus 380, informaron hoy fuentes oficiales.

Qantas indicó en un comunicado que la suma del acuerdo, cuyos "términos son confidenciales", asciende a 95 millones de dólares australianos (unos 100,8 millones de dólares o 69,2 millones de euros).

Por su lado, el portavoz de Rolls-Royce, David Mair, expresó a la agencia local AAP que Qantas es un cliente valioso y por ello la empresa "está satisfecha de que este asunto haya sido resuelto".

El 4 de noviembre pasado, la explosión en pleno vuelo de uno de los motores de un Airbus 380 destrozó parcialmente una de las alas del aparato y obligó al piloto a hacer un aterrizaje forzoso en Singapur con 466 personas a bordo.

En un informe preliminar, el Departamento de Seguridad en el Transporte Aéreo de Australia (ATSB, siglas en inglés) indicó que una pieza defectuosa rompió un conducto de aceite, el líquido se filtró y causó una explosión en uno de los cuatro motores del avión.

Rolls-Royce abrió su propia investigación sobre sus propulsores Trent 900, un motor que utilizan los A380 que operan Qantas, Lufthansa y Singapore Airlines.

El A380 implicado en el accidente aún se encuentra en Singapur para ser reparado, lo que se calcula costará unos 100 millones de dólares australianos (107 millones de dólares o 74 millones de euros).

El avión "no volverá a volar por lo menos hasta febrero próximo, por lo que estará fuera de servicio más de un año", dijo el director ejecutivo de Qantas, Alan Joyce, a periodistas en Camberra.

La suma que pagará Rolls Royce será incluida en los resultados de Qantas para el año fiscal 2010-2011, que concluye a finales de mes, y en el que se espera un beneficio bruto de más de 500 millones de dólares locales (530,5 millones de dólares o 368 millones de euros).

El incremento de un 46 por ciento del beneficio bruto respecto al año fiscal pasado ha sido impulsado por los vuelos domésticos y la indemnización de Rolls Royce, a pesar de las pérdidas por los desastres naturales en Australia y otras partes del mundo.

Estos cálculos incluyen los 21 millones de dólares locales (22,2 millones de dólares o 15,4 millones de euros) en pérdidas generadas por la nube de cenizas volcánicas registradas hasta ayer.