La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha propuesto este martes a la UE que retrase los objetivos de reducción del déficit público de los estados miembros a 2016 y a 2017, para evitar que la aplicación de estas medidas a más corto plazo frene la recuperación del empleo.

Esta es una de las principales reclamaciones de los sindicatos europeos en la manifestación que han convocado hoy en Luxemburgo, según explicaron en una rueda de prensa previa a la movilización la secretaria general de la CES, Bernardette Ségol, y su presidente, el español Ignacio Fernández Toxo.

Ambos reconocieron la necesidad de reducir el déficit público, que Toxo comparó con "una losa que pesa sobre la economía española y europea".

No obstante, los sindicatos consideran que se debe "acomodar el ritmo de reducción del déficit público a las necesidades de generación de empleo", según el también secretario general de CCOO, quien se refirió en concreto "a la situación del desempleo en España".

Por ello, la CES propone retrasar los criterios del plan de estabilidad y crecimiento a 2016 y a 2017, en lugar de a 2012 y 2013, la fecha fijada por los estados miembros.

Además, los sindicatos piden políticas "que no se asienten exclusivamente en el recorte del gasto -como la reducción de los salarios y pensiones-", porque esto "retrasa la salida de la crisis", y proponen que se actúe para aumentar los ingresos de la administración pública, subrayó Toxo.

"Con estas medidas y el retraso a 2016-2017, se pueden lograr los dos objetivos, pero en tiempos distintos", afirmó el líder sindical.

La secretaria general de la CES, por su parte, afirmó que la política económica de la Unión Europea "carga un peso intolerable sobre la cuestión de los salarios y de la negociación colectiva".

Ségol criticó "que los salarios y los trabajadores sean los únicos objetivos de los ajustes", según establecen el Pacto del Euro Plus y otros textos de la estrategia económica europea de salida de la crisis.

La dirigente sindical explicó que la elección del lugar y la fecha de la nueva "euromanifestación" se debe a que en Luxemburgo hubo ayer una reunión de ministros europeos de Economía y Finanzas y a que los próximos jueves y viernes los líderes europeos celebrarán una cumbre en Bruselas.

Antes de la protesta, los líderes sindicales se reunieron con el primer ministro luxemburgués y presidente del eurogrupo, Jean-Claude Juncker, un encuentro en el que éste se mostró "favorable" a algunas de las peticiones de los sindicatos, según dijo Ségol.

En concreto, Juncker apoyó la creación de una tasa sobre las transacciones financieras en la UE, así como el uso de fondos europeos en inversiones destinadas a fomentar el crecimiento y el empleo, según dijo la secretaria general de la CES.