El número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE) aprobados por las autoridades laborales se redujo casi a la mitad en los once primeros meses del año 2010 en comparación con igual periodo del año anterior, y los expedientes autorizados bajaron un 13,8%, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

En concreto, un total de 250.913 trabajadores se vieron afectados por un ERE hasta noviembre, frente a los 487.100 de igual periodo de 2009, lo que, en términos relativos, implica un descenso del 48,5%, después de haber estado en 2008 subiendo a tasas de hasta cuatro dígitos.

El número de ERE autorizados descendió hasta 15.135 en los once primeros meses de 2010, con una caída del 13,8% respecto a igual periodo de 2009. De ellos, 13.725 fueron pactados con los representantes de los trabajadores y 1.410 no pactados, afectando, respectivamente, a 220.414 y 30.499 trabajadores.

Del total de expedientes autorizados hasta noviembre del año pasado, un total de 6.223 se encuadran en la industria, con un descenso interanual del 32,1%, mientras que 5.907 lo hacen en los servicios (-0,1%), 2.236 en la construcción (+37,7%) y 769 en la agricultura, frente a los 849 que se vieron afectados en igual periodo de 2009.

De enero a noviembre, el número de expedientes de extinción de empleo (despidos colectivos) autorizados por las autoridades laborales descendió un 15,3% en tasa interanual, con 3.105 procesos. Estos expedientes significaron el despido de 45.894 trabajadores, un 20,7% menos que en los once primeros meses de 2009.

Por su parte, los ERE de suspensión temporal de empleo alcanzaron los 9.467 hasta noviembre de 2010, un 20,7% menos, mientras que el número de afectados por estos expedientes se redujo un 57,4%, con 174.541 trabajadores.

Capítulo aparte merecen los ERE de reducción de jornada, un instrumento que permite combinar la reducción de jornada con el cobro de la prestación por desempleo, y que da derecho además a una bonificación del 50% en las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes, siempre que la empresa se comprometa a mantener en el empleo a los trabajadores afectados durante al menos el año posterior a la finalización de la reducción de jornada autorizada.

Este tipo de ERE no se utiliza demasiado en España, como demuestran los datos que maneja el Ministerio de Trabajo, aunque el Gobierno, adaptando el modelo alemán, ha querido potenciarlo en la reforma laboral como alternativa al despido.

De los 250.913 trabajadores afectados por ERE hasta noviembre de 2010, un total de 30.478 tenían un ERE de reducción de jornada, cifra un 57,3% superior a la de igual periodo de 2009. El número de expedientes de reducción de jornada subió un 31,7%, hasta los 2.563 procesos.