Las cajas de ahorros españolas creen que serán capaces de adaptarse al nuevo entorno financiero que se perfilará tras la reestructuración del sector, un proceso difícil, que no obstante debe continuar, reconoció el propio Ministerio de Economía.

Para las cajas, el nuevo entorno financiero que se avecina contribuirá a "perfeccionar" su modelo, y permitirá la entrada de accionistas, lo que ayudará a reducir la influencia política de éstas, dijo hoy el secretario general de la patronal de las cajas (CECA), José María Méndez, durante una jornada organizada por el IE Business Schoool y PwC.

En ella, el miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, pidió que el plan del Gobierno para reforzar el sistema financiero, que elevará las exigencias de capital básico de los bancos a un mínimo del 8 % de sus activos ponderados por riesgo y para las cajas, del 9 al 10 %, tiene que darse a conocer "mejor pronto que tarde".

Además, abogó por que en él se den "muchos detalles" y que esté basado en un ejercicio de transparencia" al que colaborará el Banco de España, que debe dar a conocer las necesidades de capital del sistema financiero español, que el Gobierno cifró en cerca de 20.000 millones de euros.

Y en esta explicación del Banco de España, dijo González-Páramo, "hay que tener una confianza plena".

Por su parte, el secretario general de la CECA explicó que la adaptación de este nuevo plan del Ejecutivo, que da de plazo hasta otoño para que las entidades puedan conseguir más capital, se hará en un momento "muy determinante" para la historia de las cajas.

No obstante, el presidente de la Kutxa, Xabier Iturbe, consideró que estos mayores requisitos de capital pueden tentar a las entidades a no prestar dinero hasta que acabe la recapitalización de todo el sector.

Además, dudó de que en estos momentos puedan entrar inversores a las instituciones financieras que aporten estabilidad en el accionariado de una entidad.

Una afirmación que no compartió el vicepresidente del Grupo Santander, Matías Rodríguez Inciarte, quien se mostró confiado en que los inversores privados estarán interesados en entrar en el capital de las cajas, con lo que podrán alcanzar así los nuevos recursos de capital que anunció el Gobierno.

Eso sí, aseguró que para ello hay que dar a conocer su potencial de rentabilidad, llevar a cabo su reestructuración -"un proceso en el que puede que se tenga que hacer más"- y hacer un mayor ejercicio de transparencia sobre los activos de estas entidades.

Por último, Inciarte también explicó que los nuevos requisitos de capital son "asumibles" por las entidades, e incluso, el director general corporativo y de finanzas del Banco Popular, Jacobo González Robatto, estimó que su banco alcanzará unos requerimientos de capital mínimos del 9,4 %.

Sobre este asunto, el consejero delegado de Barclays, Pedro Fernández de Santaella, pidió "claridad" sobre el sector financiero español para que los inversores se animen a entrar en su capital, ya que en su opinión, "los fondos públicos probablemente no son suficientes".

Esta nuevo real decreto ley presentado por el Gobierno, adelanta a las entidades españolas a las nuevos requerimientos de capital que se incluyen en la normativa europea Basilea III, que según el director general de regulación del Banco de España, José María Roldán, puede hacer que algunas entidades financieras desplacen su actividad a negocios en "la sombra".