El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere que se aceleren los trabajos para la reforma de las pensiones, que se hará mediante un proyecto de ley en lugar de un decreto porque, aunque es "muy necesaria", no es tan urgente como la laboral o las medidas de ajuste.

A la vez, el presidente dijo que el proceso parlamentario para aprobar la reforma laboral debe hacerse lo más rápidamente posible y por eso es partidario de trabajar en julio y agosto si es necesario.

En la rueda de prensa tras su reunión con el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, Zapatero recordó que para reformar las pensiones son los grupos parlamentarios los que, en el seno de la Comisión del Pacto de Toledo, deben buscar un acuerdo.

Añadió que le gustaría que ese trabajo se agilizara para que el acuerdo se consiguiera "lo más rápidamente posible".

El grupo socialista, apuntó, va a hacer lo posible para acelerar esta reforma y para empezar cuanto antes la discusión de este proyecto de ley.

José Luis Rodríguez Zapatero subrayó que esta reforma debe estar pensada para los próximos quince, veinte o treinta años, y por eso, insistió, se debe aprobar con el máximo consenso.

La reforma laboral, también

Igualmente, Zapatero mostró urgencia por la aprobación de la reforma laboral. El jefe del Ejecutivo insistió en que su debate de convalidación el martes el Congreso es "la más importante que se ha acometido en todo el periodo de la democracia" porque supone una "apertura muy considerable a la flexibilidad interna y externa" y con una "apuesta decidida" por la estabilidad en el empleo.