La economía española se contraerá un 0,6% en 2010 y retornará a crecimientos positivos el próximo año, con un incremento del 0,7%, mientras que, en el marco de la consolidación fiscal, el déficit de las administraciones públicas se situará en el 9,6% y el 6,6%, respectivamente, según el último informe de 'Situación Económica' del Servicio de Estudios del BBVA.

Según indicó el economista jefe del Grupo BBVA, José Luis Escrivá, durante la presentación del informe, es previsible que la economía crezca un 0,2% en el segundo trimestre del año, algo que sería compatible con una caída en el conjunto del año, ya que durante el segundo trimestre habrá "impactos de corto plazo asociados" a las medidas de corrección del déficit, especialmente a las subidas del IVA o la reducción de la inversión pública. "Hay una segunda parte del año en la que vamos a tener algún decrecimiento", añadió.

No obstante, aunque considera que el decreto de medidas de ajuste fiscal va en la dirección "adecuada", de forma que dotará de credibilidad al objetivo de consolidación fiscal, detraerá el crecimiento del PIB en cuatro décimas en los años 2010 y 2011, a razón de 0,15 puntos porcentuales en el primer año y 0,25 en el segundo, un efecto que, en todo caso, el BBVA considera "muy limitado".

La nota positiva se encuentra en que ya está muy avanzado el ajuste del endeudamiento del sector privado, con una reducción importante de las necesidades de financiación. Así, las empresas han emprendido un proceso de ajuste que habrá reducido la tasa de inversión en 9 puntos del PIB entre 2007 y 2010, mientras que los hogares cerrarán 2010 con 7 puntos más de tasa de ahorro que en 2007.

Este escenario es más pesimista que el que dibuja el Gobierno, con una caída del PIB del 0,3% en 2010 y un crecimiento del 1,3% en 2011. Además, el Ejecutivo espera que las medidas de reducción del déficit logren minorarlo hasta el 9,3% este año y el 6% el próximo.

Por otro lado, el BBVA espera que la tasa de paro sea del 19,4% en 2010, a la par que el Gobierno, y del 19,2% en 2011, tres décimas más que la previsión oficial. "La recuperación de la actividad continúa a un ritmo excesivamente lento y es incapaz de generar todavía crecimiento del empleo de forma sostenida", especifica.

En el capítulo de los precios, el BBVA considera que el IPC se situará en el 1,4% en diciembre -0,8% en tasa subyacente - y descarta un escenario de deflación. Según indicó Escrivá, éstas previsiones no son negativas, sino que "están en línea con las últimas previsiones sobre la economía española" y "no está lejos del consenso".

Medidas de ajuste fiscal adecuadas

Por otro lado, el informe de la entidad presidida por Francisco González indica que, al margen de su impacto económico, "el ajuste fiscal anunciado en España es ambicioso y supone un paso importante en la dirección correcta". Al respecto, valora que, en la medida en que se centra en el gasto público, ello maximiza sus probabilidades de éxito.

"Su impacto negativo sobre el crecimiento en los próximos trimestres será muy limitado", indica el informe. "Este proceso de consolidación fiscal es absolutamente necesario e ineludible, y aumenta la credibilidad en la consecución de los objetivos de estabilidad presupuestaria fijados para 2013", añade.

En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno suba impuestos a los más ricos, el economista jefe de Economía y Europa del BBVA, Rafael Domenech, también presente en el acto, avisó de que el IRPF es uno de los impuestos más progresivos de Europa, mientras que España se sitúa por debajo de la media en lo que se refiere a impuestos indirectos y especiales.

Utilizar todos los resortes del FROB

Por el lado financiero, el BBVA estima que es "urgente" acometer la reestructuración del sector financiero puesto que las necesidades brutas de financiación de aquellas entidades susceptibles de necesitarla hasta 2013 alcanza el 5% del PIB, entre 50.000 y 60.000 millones de euros. Así pues, desde el BBVA se entiende que habría que utilizar "todos los resortes del FROB" para acelerar este proceso.

Por otro lado, Escrivá quiso quitar hierro los ataques los mercados internacionales a España y aseguró que "la situación es anormal" y, aunque apuntó que el mecanismo europeo de estabilización no ha logrado devolver las primas de riesgo a niveles menos tensionados, añadió que "no hay que dramatizar". De la misma manera, confió en que las últimas medidas de reducción del déficit permitan recobrar la confianza perdida en la política económica de España.