La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó ayer que el grupo estadounidense General Motors deberá pagar con su propio dinero el coste principal del saneamiento del fabricante europeo de automóviles. La jefa del Gobierno alemán destacó, sin embargo, la disposición de las autoridades de Berlín y los cuatro estados federados con plantas de Opel a aportar su ayuda para la reestructuración de la marca Opel. Además, Angela Merkel señaló encontrarse a la espera de que General Motors presente un concepto y un plan de futuro sólidos para el fabricante europeo.