Hasta media docena de cajas presentaron al Banco de España sus ofertas para fusionarse con Caja Castilla-La Mancha, según informaron fuentes financieras el 30 de octubre, jornada en la que acabó el plazo para mostrar el interés por participar en la fusión.

El Consejo de Administración de Cajastur ratificó su decisión de presentar una oferta formal para hacerse con el control de la Caja de Castilla-La Mancha (CCM), intervenida por el Banco de España, mientras que el de la BBK acordó autorizar a la dirección de la entidad a presentar una oferta formal.

Fuentes del mercado agregaron que Ibercaja era otra de las entidades pujantes, mientras que Caja Madrid, que ha estudiado la operación, no entrará en la puja, principalmente por la red de oficinas que ya tiene y la posición de mercado que ya ocupa en esta región.

Así, a pesar de que no existe un calendario "estricto" fijado para que la fusión fructifique, era previsible que en noviembre ya se decidiera con quién se fusiona CCM, después de que en las dos últimas semanas del mes se acuerde entre las dos cajas involucradas asuntos como dónde estaría la sede de la nueva entidad, el modo en el que se estructurarían sus órganos de gobierno y pactado con los sindicatos sobre el posible cierre de oficinas.

Ahora, asambleas extraordinarias

Ahora, el proyecto tendría que pasar por las asambleas extraordinarias de ambas entidades, cuya convocatoria, en el caso de CCM, debe hacerse quince días antes de su realización, por lo que la fructificación definitiva de la fusión podría demorarse hasta diciembre e incluso los primeros días de enero. Este calendario "estimado" puede variar profundamente.

Durante octubre, las cajas interesadas en CCM estudiaron el cuaderno de venta con sus características y su situación financiera.

El banco de inversión suizo UBS fue seleccionado por el Banco de España para dirigir la operación y ayudar en la selección de candidatos teniendo en cuenta la idoneidad de las ofertas en función de los requisitos que ha establecido el organismo supervisor.

El organismo dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez pidió fundamentalmente que sea un proyecto financieramente sólido y que los contribuyentes paguen lo mínimo posible, por lo que previsiblemente se evitará que actúe el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y sea apoyado económicamente por el Fondo de Garantía de Depósitos en Cajas de Ahorro.

Los interesados en CCM aportaron información sobre sus iniciativas en Obra Social, la representación en los órganos de gobierno de la caja resultante y otros aspectos "políticos" sensibles para evitar así eventuales vetos autonómicos.

Además del informe elaborado por UBS, el paquete de documentación facilitado a los interesados incluye un estudio de Deloitte sobre el grupo industrial de CCM y la auditoría de Ernst&Young sobre la caja.

La selección de candidatos atenderá a criterios como el ratio de solvencia, el tamaño, el patrimonio y la expansión geográfica de la entidad interesada.

El grupo concluyó el primer semestre de 2009 con unas pérdidas de 138,45 millones de euros, frente a los 740,42 millones que perdió en todo 2008, mientras que su cifra de "activos dudosos" ascendió a 30 de junio a 3.492,6 millones de euros, casi el doble de los 1.848,6 millones registrados a diciembre de 2008, con lo que la tasa de morosidad pasó del 9,32% al 17,33%.

Algunas cajas consultadas señalaron que sólo se presentarían a la puja por CCM si supone recibir de FROB más de 1.000 millones de euros por esta fusión.