Una manifestación calificada como "masiva" por la Generalitat de Cataluña exigió ayer que no se cierre la planta de Lear en Roquetes (Tarragona), en un intento por impedir la medida anunciada por la multinacional y defender el futuro de la empresa si el grupo apuesta por reorientar la producción y dotarla de valor añadido. El delegado del Govern en la zona, Lluís Salvadó, admitió que el territorio "arrastra un déficit en inversiones desde hace décadas" y que la concentración supone "un reflejo de la voluntad del territorio por salir de la crisis".

Más de 16.000 personas según la Guardia Urbana, y 20.000 según la organización, se manifestaron ayer en Tortosa por el cierre de la planta de Lear en Roquetes. Los trabajadores piden a las administraciones una apuesta decidida por industrializar Terres de l'Ebre, ya que los sindicatos advierten de que el cierre de la planta agravará todavía más la pérdida de empleo que ya se hace notar en sectores como el del mueble y el químico.

El secretario general de UGT, José María Álvarez reclamó un plan integral de industrialización en la zona. Mientras tanto, su homólogo en CC OO, Joan Carles Gallego, pidió una mesa de negociación para pactar políticas concretas ante la "desertización industrial". Por su parte, la representante sindical de CC OO en Lear, Soledad Roca, señaló que la nutrida afluencia a la manifestación se debe a que este cierre, que dejaría sin trabajo a 520 personas, es "la gota que colma el vaso" en la destrucción de empleos en la zona.