En una rueda de prensa celebrada en Basilea tras la reunión de los bancos centrales de los países más industrializados del mundo (G-10), Trichet dio la bienvenida al rescate estatal de las entidades hipotecarias estadounidenses Fannie Mae y Freddie Mac, que tienen los títulos de la mitad de toda la deuda hipotecaria en EEUU por valor de más de 11 billones de dólares.

"Tomamos nota de la decisión del Tesoro estadounidense y del secretario Henry Paulson de rescatar Fannie Mae y Freddie Mac. Ha sido una decisión muy importante y es bienvenida considerando las circunstancias", dijo Trichet.

El Gobierno estadounidense intervendrá en las dos hipotecarias con una inyección de liquidez de 200.000 millones de dólares.

Los banqueros centrales de los países del G-10 se reúnen bimestralmente en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI) en Basilea para analizar la situación de sus principales economías.

El presidente del BCE hizo hincapié en que "el crecimiento de la economía global sigue siendo robusto y significativo, si bien es visible cierto grado de ralentización mundial".

Trichet destacó que la resistencia de algunas economías emergentes con un ritmo de crecimiento elevado contribuye a la situación positiva mundial, pero apostilló que en estas regiones también se va a producir un pequeño debilitamiento.

Los banqueros centrales de los países del G-10 coincidieron en que es esencial mantener ancladas las expectativas de una inflación muy elevada en todo el mundo en estos momentos.

En este sentido, añadieron que su actuación irá encaminada a evitar que la inflación cree efectos de segunda ronda y una espiral de precios y salarios que no se ajuste a la definición que todas estas entidades "tenemos implícita o explícitamente de estabilidad de precios".

El BCE dejó inalterados la semana pasada los tipos de interés en el 4,25 por ciento para los países que comparten el euro y define la estabilidad de precios como una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo del 2 por ciento.

Los expertos consideran que se mantiene "la corrección muy significativa de los mercados financieros con un elevado nivel de volatilidad", que comenzó a comienzos del pasado año, y que es necesario mantener la alerta para hacer lo que sea necesario para que este proceso se produzca de la forma más ordenada posible, según Trichet.

El economista francés valoró la actuación en EEUU y dijo que "lo que han hecho todas las autoridades implicadas, especialmente el banco central (Fed) y el Tesoro, demuestra que hay capacidad de tomar las decisiones apropiadas en el tiempo adecuado".

Trichet señaló que todos los bancos centrales, cada uno con su economía particular, "hemos hecho lo que teníamos que hacer" y aclaró que "cuando intervenimos en los mercados de dinero (con inyecciones de liquidez) no dijimos que iban a desaparecer las tensiones".

Los bancos centrales del G-10 observan que persisten los diferenciales en todos los mercados de dinero entre los depósitos a tres meses y los respectivos tipos de intercambio (swaps) a un día, lo que indica que se puede producir una normalización de forma muy diferente al de antes a ambos lados del Atlántico, según Trichet.

Estos diferenciales son un buen indicador de que se mantienen las tensiones en los mercados de depósitos a plazo, en los cuales la mejora durante los doce últimos meses ha sido muy limitada.

Los participantes en el mercado se han acostumbrado a la situación y han buscado formas de hacer frente a la amplitud de los diferenciales.

Los países miembros del G-10, integrado en realidad por once países y que concentra el 85 por ciento de la economía mundial, son Alemania, Bélgica, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza.