En las dos siguientes jornadas de huelga, previstas para los días 10 y 11 de abril, los estibadores pararán durante las veinticuatro horas, según informan los sindicatos.

Para tratar esta convocatoria, se reunió de forma extraordinaria la Comisión Mixta del sector de la estiba el pasado miércoles 5 de marzo en Madrid, en la que no se alcanzó ningún acuerdo para solucionar el conflicto y evitar la huelga.

El motivo que ha llevado a los sindicatos a mantener la convocatoria de huelga es la privatización del servicio de estiba, como consecuencia de la Ley 48/2003 (conocida como la Ley de Puertos) del Partido Popular.

En su opinión, dicho proceso "consolidará un monopolio en la actividad y tendrá graves consecuencias para el empleo en el sector".

En virtud de la citada ley, que se encuentra pendiente de la resolución del recurso de inconstitucionalidad, se constituyen las APIEs (Agrupaciones Portuarias de Interés Económico) en detrimento de las Sociedades Estatales de Estiba y Desestiba (de carácter público).

Sin embargo, Coordinadora, el sindicato mayoritario en el sector de la estiba portuaria, apoya la transformación de las actuales sociedades de estiba en agrupaciones portuarias de interés económico, posición que CCOO y UGT rechazan por completo porque supone "la privatización y el primer paso para la pérdida de derechos históricos de los estibadores".

Coordinadora y la patronal Anesco (Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Consignatarias) pretenden legitimar la privatización del servicio de estiba a través del IV Acuerdo Marco de la Estiba.

UGT y CCOO rechazan la legitimidad de Anesco para negociar dicho acuerdo, que "rompe la paz social que viene garantizando el III Acuerdo Marco de la Estiba", y "mucho menos firmarlo", porque la cuota de representatividad de esta patronal no alcanza el 10% de las empresas del sector.

Asimismo, recuerdan que el Tribunal de Defensa de la Competencia ha abierto expediente sancionador contra los firmantes del IV Acuerdo Marco ante las evidencias que ponen de manifiesto un riesgo real para la competencia en esta actividad, con las consecuencias que se derivarían en la productividad del sector por la más que probable pérdida de tráficos.

La Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF) apoya a ambos sindicatos en su convocatoria de huelga.