En este sentido, las mismas fuentes dejaron claro que la dirección de Bankinter cuenta con el respaldo del organismo que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuya filosofía está en contra de que un competidor se siente en el consejo de administración de otro.

La Ley de Sociedades Anónimas es muy clara en este aspecto y establece que "los administradores que lo fueren de otra sociedad competidora y las personas que bajo cualquier forma tengan intereses opuestos a los de la sociedad cesarán en su cargo a petición de cualquier socio y por acuerdo de la junta general". Por ello, los directivos de Bankinter podrían apelar a esta normativa para eludir los puestos que Crédit Agricole podría demandar en el consejo de administración.

Asimismo, las citadas fuentes señalaron que, ante un hipotético conflicto de interés en el seno de Bankinter, el organismo regulador apoyaría al consejo de la entidad española.

En este contexto, fuentes del sector financiero explicaron a Europa Press que a la dirección de Bankinter le preocupa no sólo la competencia directa que le hace la entidad gala en España, sino el mercado potencial al que podría acceder Crédit Agricole con la información que obtendría en caso de lograr uno o dos puestos en su consejo de administración, así como su apetencia de expandirse en España.

Aunque Crédit Agricole no ha solicitado formalmente entrar en el máximo órgano ejecutivo, se especula con que podría hacerlo, dado que es el primer accionista del banco, con un 20,106% del capital bajo su control, y tiene autorización del Banco de España para incrementar su participación hasta el umbral de OPA, el 29,99%.

Además, otros accionistas con una participación inferior, como el ex presidente de Bankinter Jaime Botín (16,309%), forman parte del consejo de administración.

COMPETIDOR DIRECTO DE BANKINTER.

Las mismas fuentes financieras indicaron que Crédit Agricole es competidor directo de Bankinter en los negocios de banca minorista, banca privada, banca corporativa, gestión de activos, financiación al consumo, actividad de mercados y en el ámbito de los seguros.

En concreto, el grupo que preside René Carron desarrolla su actividad en banca minorista en España a través de Bankoa, entidad de la que controla el 98,32% del capital, y que opera principalmente en el País Vasco, donde cuenta con unas 36 oficinas, más que las que tiene Bankinter en esa Comunidad, aunque también está presente en La Rioja, Navarra y Madrid.

Además, Crédit Agricole controla de forma directa un 10,8% del capital de Banco Espirito Santo (BES) y es a su vez propietario del 32,6% de Bespar, que controla otro 40% en la entidad Lusa. Banco Espirito Santo cuenta en España con 25 oficinas y ocho centros de empresas. Asimismo, Crédit Agricole y BES participan al 50% en BES Vida, que opera como sucursal en España en el ámbito de los seguros de Vida.

En el negocio de gestión de activos, el grupo francés opera en España desde 1999 a través de su filial Crédit Agricole Asset Management España, que gestiona más de 1.000 millones de euros.

Además, está presente en el campo de banca privada corporativa a través de Calyon, en financiación al consumo con Eurofactor y Tarcredit y en actividad de mercados con el 'broker' de Calyon y la firma Chevreux, entre otros negocios.