Así, el volumen de las reservas de oro del Banco de España pasó de los 13,4 millones de onzas (416,7 toneladas) con las que cerró el año 2006 a los 9,1 millones (283 toneladas) del pasado mes de diciembre, según datos de la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

En términos de liquidez, el valor de estas reservas ha pasado de los 6.467 millones de euros en diciembre de 2006 a 5.145 millones de euros (-20,4%) doce meses después.

Así, el valor total de activos de reserva con los que cuenta el Banco de España se elevaban al cierre de 2007 a 12.946 millones de euros, lo que supone casi 1.800 millones de euros menos que la herencia de 14.685 millones de euros recibida del año 2006, y una reducción del 11,8%.

La caída tanto del volumen como del saldo de las reservas de oro responde a una política de ventas desarrollada por el Banco de España a lo largo del primer semestre del año, que se vio frenada a partir del pasado mes de julio.

VENTAS ENTRE MARZO Y JULIO.

Así, el Banco de España realizó una primera venta de 1,3 millones de onzas troy en marzo 2007 (40,4 toneladas), a la que sucedió otra similar en el mes de abril, que redujo las reservas a 10,8 millones de onzas troy (335,8 toneladas), frente a las 13,4 millones (416,7 toneladas inciales.

Durante estos meses, el saldo de las reservas de oro descendieron de manera proporcional de los 6.467 millones de euros a los 5.379 millones, acumulando una pérdida de más de 1.000 millones de euros (-16,8%).

Entre mayo y julio se produjeron dos nuevas ventas de oro por parte de la institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que restaron de las reservas de oro monetario 982 millones de euros, lo que supuso una nueva reducción del 18,2%. De esta forma, las reservas quedaron establecidas en 9,1 millones de onzas troy (283 toneladas) con las que se ha llegado a 2008.

VENDER PARA RENTABILIZAR.

Estos movimientos en las reservas no han estado exentos de polémica, de forma que incluso el ministro de Economía y hacienda, Pedro Solbes, tuvo que dar explicaciones al respecto en el pleno del Senado a principios del pasado mes de junio, cuando afirmó que la venta de oro respondía a la necesidad de "mejorar la rentabilidad de los activos del Banco de España".

En respuesta a una pregunta del Grupo Popular en el Senado, Solbes explicó que las ventas se realizaron en coordinación con el resto de los bancos nacionales europeos en virtud de un acuerdo firmado en 1999 y renovado en 2004 para establecer cuotas específicas de venta, y ordenar así este proceso, provocado por la necesidad generalizada de vender oro, activo no rentable, e invertirlo en bonos de renta fija, aumentando así su rentabilidad.

En este sentido, explicó que el oro "jugó en el pasado un papel fundamental como elemento de reserva que esta desapareciendo, ya que no es un activo rentable".