El testigo, padre de Laura García-Morey, imputada en el caso y mujer de Antonio Camacho, reconoció, a preguntas del fiscal, que le pareció "excesivo" que el principal acusado por este escándalo financiero le pagara tan bien por estos dos meses de trabajo dedicados, fundamentalmente, a "las relaciones públicas".

Desde abril hasta mayo de 2001, el cantante acudía a Gescartera "de forma intermitente" por la mañana "a leer el periódico" y "de tanteo", porque el negocio de la agencia de valores "no iba conmigo ni entendía de nada".

"No ejercí y mi nombre estaba allí como director de relaciones públicas e imagen pero no sabía por qué", reconoció Jaime Morey, quien decidió abandonar la agencia de valores el 1 de junio de 2001, al coincidir también con una discusión "clásica de novios" entre Laura García-Morey, quien entró a trabajar como becaria en Gescartera, y Antonio Camacho.

En estos dos meses, indicó al fiscal, solo tuvo una reunión con miembros de la CNMV, invitado por Antonio Camacho, para participar en un almuerzo donde "se hablaron cosas superfluas".

También -añadió Morey- el dueño de Gescartera anunció, en este almuerzo, a los dos miembros del organismo supervisor que iba a convertirse, "en poco tiempo", en presidente honorífico de Gescartera, para ser la "imagen de la compañía".

Finalmente, concluyó, "le pedí (a Camacho) dejarlo porque no me enteraba de nada y la situación era incómoda, (...) No estaba dando ni chapa, realmente no hacía nada".