Vueling entra en crisis. La compañía aérea de bajo coste volvió ayer al parqué con una caída de más del 10% en sus acciones tras haber estado todo el lunes suspendidas. Los principales factores que han golpeado sus cuentas son la caída experimentada en los ingresos por pasajero y la reducción sufrida en su coeficiente de ocupación. La compañía aérea ha vuelto a reducir sus previsiones de resultados para este año, anunciando pérdidas de hasta 10 millones de euros.

Con tres años de vida, 57 rutas y más de ocho millones de pasajeros transportados, la compañía de low cost Vueling se ha estrellado en Bolsa. Debutó en el parqué el pasado diciembre a 30 euros por acción, llegó a superar los 46, y el pasado viernes acabó en 11,01. Pero hoy tras el levantamiento de la suspensión y un periodo de ajuste Vueling regresó al parqué situando el precio de sus acciones en 9,82 euros.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores decidió anteayer suspender la cotización de Vueling mientras la compañía aclaraba el estado de sus cuentas. La aerolínea de bajo coste explicó que no descarta cerrar el año con un resultado de explotación antes de alquileres y amortizaciones (Ebitdar) negativo de hasta diez millones de euros, "en el peor escenario". Vueling considera que estas nuevas estimaciones se deben a un menor ingreso por billete por pasajero y un menor coeficiente de ocupación sobre todo en los meses de agosto y septiembre. En relación a los costes, la compañía reconoce que se han producido "desviaciones, si bien de importe menos significativo que la desviación de ingresos".

El principal factor en la caída del Ebitdar será por lo tanto el ingreso por billete por pasajero. Según señala la aerolínea, una reducción del ingreso por billete por pasajero de un 10% supondría una disminución del resultado del ejercicio 2007 de 30,4 millones. La pasada semana, Vueling anunció que su presidente José Miguel Abad Silvestre abandonaba su cargo por "diferencias con la gestión".