El banco ha resultado uno de los mayores perjudicados de la crisis financiera derivada del desplome del sector 'subprime' norteamericano y comunicó que sus resultados definitivos del tercer trimestre, que serán publicados el próximo 30 de octubre, se verán severamente afectados por las turbulencias del mercado.

La entidad financiera prevé lograr un beneficio antes de impuestos para los nueve primeros meses del año de unos 10.000 millones de francos suizos (6.012 millones de euros) y a pesar de los malos resultados registrados en el tercer trimestre, espera finalizar el ejercicio con un buen nivel de beneficio y una fuerte posición de capital.

Según indicó la entidad, aunque la división de banca de inversión centró las pérdidas en el periodo, el negocio global de gestión de fortunas y de banca de inversión sigue registrando excelentes resultados.

Concretamente UBS registró ingresos negativos de 4.000 millones de euros en su división de inversión consecuencia de las pérdidas en sus carteras de valores relacionados con el sector 'subprime' estadounidense, en especial la filial Dillon Read Capital Management.

CAMBIOS EN LA DIRECCIÓN

El banco anunció una reestructuración de su división de inversión que implicará el recorte de 1.500 empleos hasta final de año.

Como consecuencia de estos cambios en la estructura del banco, el consejero delegado, Marcel Rohner, tomará la presidencia de la división de inversión en sustitución de Huw Jenkins, quien pasará a ser asesor de Rohner.

El vicepresidente de UBS, Marcel Rohner, dejará el consejo de administración de la empresa para ejercer el puesto de director financiero de la entidad, en sustitución de Clive Standish, que se retirará de su puesto.

"UBS opera según el principio de la responsabilidad hacia el accionista", afirmó Rohner, justificando la reestructuración de la firma. "Estos principios han sido los que han conducido a los cambios de dirección anunciados hoy", subrayó, precisando que seguirán centrándose en la mejora de costes y la eficiencia durante 2008.