Unos 15.000 trabajadores de Seat, según la Guardia Urbana, y 16.000 según los sindicatos convocantes, se manifestaron ayer por el centro de Barcelona en protesta contra el expediente de regulación de empleo presentado por la dirección de la compañía automovilística para despedir a 1.346 personas. La manifestación, convocada por CC OO, UGT, CGT y el Sindicato de Cuadros y Mandos, se desarrolló en un ambiente reivindicativo, con consignas y pancartas contra esta medida laboral, y con normalidad hasta que la marcha llegó a la plaza Sant Jaume, frente al Palau de la Generalitat, ya que en este punto se produjeron algunos incidentes.

Al acabar la marcha, los líderes sindicales de UGT, CC OO y CGT, Matías Carnero, Manolo Gálvez y Diego Rejón, respectivamente, entraron en el Palau de la Generalitat para entregar una carta al presidente catalán, Pasqual Maragall, en la que le reclaman una reunión urgente, como la que mantuvo el pasado 13 de octubre con el presidente de Seat, Andreas Schleef.

Los dirigentes sindicales fueron recibidos por la directora general de Relaciones Laborales del departamento de Trabajo e Industria, Mar Serna, y por el secretario de la Presidencia de la Generalitat, Ramón García Bragado. A su salida del Palau de la Generalitat, cuando atendían a los medios de comunicación, empezaron los incidentes, protagonizados en su mayoría por jóvenes trabajadores de Seat, que lanzaron docenas de huevos contra la fachada de la sede gubernamental -recientemente restaurada-, así como botellas de cerveza, latas, paraguas, tomates y patatas. Los Mossos d'Esquadra que custodiaban la entrada del Palau tuvieron que pedir refuerzos.