El presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, de UGT, reclamó ayer "la implicación de la Generalitat" para resolver la crisis que vive la empresa automovilística después de que la dirección de la compañía presentara ayer un expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 1.346 trabajadores. Carnero pidió al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que reciba a los trabajadores "al igual que hizo hace un mes con la dirección de Seat".

"Tenemos el mismo derecho o más a defender nuestros puestos de trabajo porque los alemanes, la dirección, viene con decisiones erróneas, se equivocan, se marchan y el pastel nos lo quedamos los trabajadores", subrayó el líder de UGT en Seat, quien afirmó que la manifestación de los trabajadores del próximo jueves "acabará en la plaza de Sant Jaume y a ver si Pasqual Maragall puede atender a los portavoces de los trabajadores para explicarle nuestros argumentos, igual que atendió a los directivos de Seat".

Carnero hizo estas manifestaciones durante la celebración de la asamblea de trabajadores de Seat afiliados a la UGT, que tuvo lugar en el recinto de La Farga de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en una reunión que convocó a más de 700 trabajadores que pudieron conocer los detalles del ERE y la situación actual de la empresa. Durante la asamblea, Carnero analizó durante una hora la situación actual de la empresa, que ha reducido en 126.000 unidades su producción anual, pasando de 516.000 vehículos en el año 2000 a 390.000 este año. Atribuyó a "la nefasta política comercial" la crisis que vive Seat y enumeró distintos errores como la retirada del antiguo Seat León cuando todavía había demanda o la poca penetración en el mercado del nuevo Seat Toledo. El líder de UGT respondía así al vicepresidente de Recursos Humanos, Ramón Paredes, que ayer culpó a la plantilla de la situación que se vive en la empresa. Para el presidente del comité de empresa de Seat, la situación actual "es fruto de los problemas coyunturales que se arrastran desde 2003 con la factoría de Martorell trabajando al 75% de su capacidad, y de problemas estructurales que nos encontraremos en los próximos cuatro años si no se define industrialmente el futuro de Seat".