La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y el Consejo Económico y Social (CES) coincidieron ayer en señalar en que España necesita flexibilizar el mercado laboral para acabar con la temporalidad y crear empleo.

España debería flexibilizar la legislación laboral para crear más y mejores puestos de trabajo. El informe 'Perspectivas de empleo' publicado por la OCDE indica que la alta tasa de temporalidad, junto con la protección del empleo permanente "ilustran la fuerte dualidad del mercado laboral español, solo igualado por Corea del Sur". La organización considera que la tasa de crecimiento del empleo será del 2,8 por ciento los próximos años, aunque insta a una mejora cualitativa del empleo a través, por ejemplo, de una mejora del funcionamiento del Instituto Nacional de Empleo.

Aunque en los últimos años en España se han creado más de 4,5 millones de puestos de trabajo, nuestro país tiene la tercera tasa desempleo más alta de los países que integran la organización con el 11,5 por ciento. Así, sólo el 60 por ciento de las personas en edad de trabajar tienen un empleo.

La organización también critica en su informe que una tercera parte de los asalariados en España tiene un contrato temporal mientras que aquellos que disfrutan de un contrato permanente tienen un elevado nivel de protección legal con respecto al despido. En su opinión, esta fuerte dualidad del mercado laboral español podría ser corregida suavizando la legislación laboral para facilitar la contratación permanente. "lo que mejoraría las perspectivas de empleo de grupos con dificultad de acceder al mercado de trabajo".

Asimismo, el presidente del Consejo Económico y Social, Jaime Montalvo, afirmó ayer que la tasa de temporalidad en España, pese a su ligera reducción en lo últimos años, continua siendo "alarmante", tanto en términos sociales como de competitividad.

En la presentación de la "Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de 2003" el vicepresidente del CES puso igualmente de manifiesto el freno que están poniendo las administraciones públicas a la disminución de la tasa de temporalidad, que en el sector publico pasó de un 17% en 1997 a un 23% en 2003.

En la memoria del CES, sindicatos y empresarios manifiestan, asimismo, su preocupación sobre los riesgos de la competitividad española en la UE tras la ampliación, así como otros problemas como la baja productividad, el elevado precio de la vivienda, el desarrollo sostenible, o los pocos avances en políticas de I+D+i.

Montalvo destacó que la memoria es el único trabajo donde empresarios, sindicatos y grupos de la sociedad civil hacen un diagnóstico común sobre la situación de España, y subrayó que 2003 fue mejor que el anterior en cuanto a crecimiento económico y creación de empleo.