Lo que Shakespeare llamaba en Ricardo III «rumores» son las fake news de la actualidad, y por eso a Miguel del Arco «no le quedaba otra» en la versión libre que ha escrito sobre este clásico que «construir» al infame personaje desde «los malos» de ahora, es decir, «Trump, Bolsonaro, Maduro y Johnson». Esta es la premisa con la que se encontrarán quienes acudan mañana al Teatro Romea de Murcia, que levantó este jueves el telón con La perspectiva del suricato (de la compañía Deconné) y que ahora sube a sus tablas esta pieza del Pavón Kamikaze dirida y coescrita -junto a Antonio Rojano- por Del Arco y protagonizada por Israel Elejalde, que está acompañado por Manuela Velasco, Cristóbal Suárez, Alejandro Jato, Verónica Ronda, Chema del Barco y Álvaro Báguena.

«En el original de Shakespeare -que han reducido de cinco horas a dos- hay un paripé con Ricardo III metiéndose a una iglesia a rezar como si no fuera digno de su misión, y eso lo hemos sustituido por que se va a una universidad a estudiar un máster», revela Del Arco sobre algunas aportaciones de actualidad al texto. Y es que su obra pone el acento en el «narcisismo e individualismo bestia» del protagonista, pero también en remarcar que quienes acompañaban al monarca inglés eran de su misma ralea además de interpelar al público, «para que mida cuánto de cerca está de ese monstruo».

Ricardo III es «un tipo absolutamente prodigioso, que sostiene por sí solo la función», dice Del Arco, admirado de lo que «le gusta al ser humano la maldad», los seres «en los que no cabe ninguna empatía», «que solo piensan en su haber partidista y no en construir algo; que quieren algo y lo quieren ahora, y eso tiene mucho que ver con lo que está pasando ahora». Por eso, apunta, al dramaturgo le preocupan los «ricarditos» a los que «se les llena la boca de 'patria' y de ira por los desvalidos y luego no son capaces de llegar a acuerdos. Deberías marcharte si eres incapaz», dice.

Elejalde, socio de Del Arco en la compañía Kamikaze, explica que si tras el 15-M «supieron» que tenían que montar Misántropo sobre la necesidad de «seguir luchando»; luego Hamlet porque habla de una sociedad en crisis, ahora era el momento de Ricardo III. El motivo, dice, es que las instituciones están en un momento de «descrédito» con «Bolsonaro, Maduro o Johnson», políticos que, «ni siquiera, pretenden ser educados o disimular». No obstante, su «referente» en «la vida real» ha sido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y se ha fijado en «su forma de moverse», su pelo, su «media sonrisa», su forma de «gobernar» a base de tuit, y la admiración que genera su «obstinación en mantenerse en el poder a toda costa». Pero también lo han sido el actor Bruno Ganz en su papel de Hitler en El hundimiento (2004), Joaquin Phoenix en Joker (2019) y -bromea Elejalde- «el feo de los hermanos Calatrava»: «Quería un monstruo y me he metido con el capote hasta dentro».