El director José Carlos Plaza recuperó hacer unos meses Divinas palabras, de Valle-Inclán, para mostrar que este desgarrador retrato del lado más oscuro y cruel de la sociedad española cobra cada día más vigencia en un mundo que «nos empuja a ser peores como seres humanos». Así lo afirmó el madrileño el año pasado durante la presentación de un montaje que es coproducción del Centro Dramático Nacional (CDN) y Producciones Faraute y que llega mañana al Villa como parte de la programación de la 51 edición del Festival de Teatro de Molina de Segura.

Se trata de la sexta vez que Plaza, Premio Nacional de Teatro en 1967, 1970 y 1987, trabaja en este texto en la que Valle-Inclán ofrece su visión esperpéntica de la realidad, a través de la codicia que despierta un enano hidrocéfalo que es expuesto en las ferias por sus familiares para conseguir dinero. «Es una obra interminable, eterna, muy contemporánea... Acorde con nuestro tiempo», señaló el director escénico durante su puesta de largo en Jerez de la Frontera. «Es más, cada vez que se toca la sociedad ha cambiado algo y todavía se refleja más», añadió.

En esta nueva puesta en escena, protagonizada por María Isasi y Ana Marzoa, «no se ha quitado una palabra de Valle-Inclán» porque, en su opinión, es «lo más hermoso» que escribió el genio de Villanueva de Arosa. Aún así, Plaza también pone de su parte. En concreto, el director ha tratado de ofrecer al público un relato «brutal y falto de pudor» para «tocar el alma del espectador» y recrear el «gran grito» que el autor quiso dar con esta obra, que muestra a un pueblo que «tiene castrada su capacidad de conocimiento».

Como curiosidad, la mayoría de los once actores y actrices que forman el reparto interpretan a más de un personaje, en una obra en la que todos se mueven por sus instintos y dejan poco espacio a la humanidad. Javier Bermejo, Alberto Berzal, María Heredia, Chema León, Carlos Martínez-Abarca, Diana Palazón, Luis Rallo, José Luis Santar y Consuelo Trujillo completan el elenco.

Subtitulada Tragicomedia de aldea, Divinas palabras fue publicada en 1919. Cien años después, su desoladora visión de la codicia, la avaricia, la insolidaridad y las miserias de la sociedad española parecen estar de plena actualidad, según su director. «En España vamos del insulto a la descalificación, no se puede llegar mas bajo», dice. Ahora es turno de los molinenses decidir si el madrileño -y Valle-Inclán­- están en lo cierto.

Prácticamente sin entradas

Como ya ocurriera la semana pasada durante la inauguración del festival -a cargo de Yllana y su espectáculo The Opera Locos-, el Villa de Molina acupará casi con total seguridad sus butacas disposibles, aforo muy reducido para mayor seguridad del público. De hecho, al cierre de esta edición, apenas quedan algunas localidad sueltas por adjudicar. No obstante, conviene recordar que, este año, el Festival de Teatro de la localidad ha querido tener en cuenta a todos aquellos que, por diferentes motivos -ya sea por quedarse sin sus tickets o por tratarse de población de riesgo-, no puedan acudir in situ a la función. Y es que, por primera vez en sus más cincuenta ediciones, todos los espectáculos están siendo retransmitidos vía streaming, por lo que no hay excusas para disfrutar mañana de este clásico de triste actualidad a cargo del gran Valle-Inclán y el madrileño José Carlos Plaza.