La Región de Murcia es lugar de antigua tradición en festivales de jazz. Murcia, Cartagena y San Javier son las poblaciones que han otorgado más continuidad a sus festivales, anunciados, casi siempre, con cuidados afiches. Los carteles de jazz del certamen cartagenero han recurrido a una iconografía original, aportando imágenes novedosas, desde el primer festival celebrado en 1980.

Como complemento a las actuaciones, Cartagena ha venido celebrando, a lo largo de este tiempo, algunas exposiciones para mostrar la cartelería con la que ha difundido el evento. Y, aunque resulta evidente que, en los últimos años, los carteles anunciadores del Festival de Jazz de Cartagena de 2014, 2015, 2016 y 2017 (con esa cantante negra que visibiliza la importancia de la mujer en el mundo del jazz), parecen basarse en fotos de músicos sometidas a manipulaciones y efectos del ordenador, aportando soluciones gráficas que los hace semejantes a los realizados para anunciar festivales de jazz en localidades próximas, perturbando y difuminando el carácter visual propio del certamen cartagenero; no es menos cierto que el anunciador de la 38ª edición de noviembre de 2018, que ahora reproducimos en estas páginas, una creación, un diseño de Cristina Gil, resultó un punto de inflexión y una emocionante sorpresa.

Para la archenera Cristina Gil, licenciada en Comunicación Audiovisual, la música no es algo lejano o circunstancial; había trabajado como ayudante en un estudio de producción audiovisual, diseño gráfico e ilustración, que había colaborado con algún grupo musical murciano; incluso, como ella misma confiesa en una entrevista, había realizado algún pinito con el saxo. Su cartel anunciador del 38 Jazz Festival Cartagena es un homenaje explícito al creador del Festival Paco Martín, que protagoniza la imagen del afiche. Una magnífica y contenida ilustración, apenas tres tintas, en la que el gestor cultural (miembro fundador del colectivo Mestizo, con Joaquín Cánovas y Paco Salinas; director en los noventa del Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier; director de La Mar de Músicas… imposible referir la cultura en Cartagena sin subrayar su labor y su impulso), fallecido en agosto, aparecía levantándose el sombrero en discreta despedida, y le brotaban del bolsillo de la camisa las teclas de un piano, instrumento que Martín tocaba. Sí, una hermosa y emotiva despedida, y a nivel gráfico una propuesta brillante que tendría continuidad.