los corredores han experimentado cambios en sus rutinas deportivas. Desde el confinamiento, entrenan siempre con el DNI y la mascarilla encima, se han cancelado las carreras y muchos entrenamientos en equipo, tienen que adaptar el material contra el virus y su prioridad ahora es respetar la distancia de seguridad; aunque, en ocasiones, es difícil, pues aseguran que este verano hay más ‘runners’ de lo normal.

La covid ha iniciado a la gente en el mundo del deporte y hay «muchos, muchos, muchos más corredores. Nunca había visto tanta gente», afirma Francisco Javier González del club de runners la Carrasca. Por eso evita las zonas típicas. El club Zancadas sobre ruedas ha sufrido un parón «casi absoluto» y no pueden realizar salidas en grupo. Los deportistas con movilidad reducida todavía no pueden entrenar porque «estamos adaptando las sillas de ruedas para que sean anticovid», explica Ernesto Peña, miembro del club. En cambio, con los corredores con discapacidad visual «es más fácil. Los voluntarios corremos con mascarilla y es totalmente viable».

Asimismo, durante la desescalada la Federación de Atletismo ha enviado el DNI virtual a los corredores para que lo tengan en sus móviles y vayan documentados a entrenar. Oskar García, del club Correbirras desde entonces lo lleva consigo cuando corre «para identificarme. Lo he escaneado en el móvil por esto de la covid, por si me para la policía o se me presenta cualquier contratiempo mientras entreno».

La mayoría está intentando ser lo más responsable posible. Los propios corredores del club la Carrasca de Lorca se aconsejan entre ellos no participar en competiciones, entrenar en grupos de menos de 15 personas y saludar con la mascarilla puesta.