Manuel Pérez Xambó fue el último de los rectores republicanos de la Universidad de Murcia. Rigió los destinos del centro docente en unos tiempos tan convulsos y complicados como los enmarcados entre noviembre de 1937 y marzo de 1939, con la universidad cerrada a la enseñanza reglada. Socio del Casino de Murcia, experto luchador de esgrima y hábil orador, fue presidente de Izquierda Republicana en Murcia. Resulta casi imposible no pensar en la indefensión que debió sentir aquel aún joven catedrático cuando, tras la entrada de las tropas franquistas en la ciudad, se le abrió causa sumarísima por haber sido rector en aquellos momentos tan difíciles, y su triste defensa, como recuerda el catedrático de Historia Contemporánea Pedro M. Egea Bruno, fue que lo había sido porque era el único profesor que quedaba en ella.

Pérez Xambó sólo se salvó de la pena capital por el hecho de que, durante la guerra, había escondido y protegido en su casa al que sería futuro Rector de la Universidad de Murcia y posteriormente arzobispo de Astorga, Jesús Mérida Pérez, salvando a «otras personas de orden», según el auto. Aun así, fue condenado a doce años de cárcel.

Había desempeñado las Cátedras de Derecho Civil, de Filosofía del Derecho, Derecho Mercantil, Derecho Penal y Derecho Procesal, cubriendo todas esas vacantes que iban quedando en una Universidad de Murcia absolutamente precaria en esos años.