El paseo Colón de Santiago de la Ribera acoge el nuevo Museo Aeronáutico Tiflológico (MAT), que se estrena con los cinco primeros aviones que sobrevolaron los cielos del Mar Menor desde la creación en 1920 de la Base Aeronaval reconvertida en Academia General del Aire en 1943, hasta la actualidad. El museo, adaptado a personas con discapacidad visual o auditiva, mediante el tacto, la incorporación del sistema braille y una aplicación para dispositivos móviles, se extiende en el paseo marítimo desde el inicio junto a la AGA hasta el Club Náutico, desde donde está previsto que siga creciendo con nuevas réplicas de aviones relacionados con la AGA y el municipio de San Javier.

El Museo Aeronáutico Tiflológico es la punta de lanza del proyecto 'San Javier, Ciudad del Aire' con el que el municipio quiere «potenciar su histórica relación con la Aviación como una seña de identidad», señaló el alcalde José Miguel Luengo durante la inauguración ayer de la iniciativa municipal que coordina el concejal Rubén Pérez, exjefe de la Patrulla Águila.

El recorrido por el museo comienza con una réplica del hidroavión Dornier J 'Wal', perteneciente a la época de la Base Aeronaval (1920-1939), que fue el primer avión en llegar al Polo Norte y con el que los españoles Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Pablo Rada y Juan Manuel Durán atravesaron el Atlántico Sur. Le sigue el Beechcraft T-34 'Mentor' que llegó a la AGA en 1858 con el que se formó como piloto el rey Juan Carlos I y curiosamente también su hijo, el rey Felipe VI en el último año de servicio de este modelo, en 1989. La muestra incluye el avión norteamericano T-6 'Texan' de enseñanza avanzada que estuvo en servicio en la AGA hasta 1982 cuando fue sustituido por el C-101. En ese tiempo también voló sobre el Mar Menor el avión hispano Ha-200 'Saeta', el primer avión a reacción fabricado en España que estuvo operativo entre 1962 y 1981. La primera serie de aviones la completa el más conocido, el CASA C-101 'Mirlo', considerado como un excelente entrenador de vuelo, cuyas características técnicas dieron pie a un grupo de profesores para crear en 1985 un grupo acrobático que se llamó Patrulla Águila y que 35 años después representa al Ejército del Aire en todo el mundo.

Todas las maquetas incluyen un banco diseñado para recoger la esencia de cada uno de los aviones reproduciendo el color y escarapela aeronáutica que los caracteriza visualmente. Además, a la altura de la explanada Barnuevo se ha instalado un photoshop familiar como homenaje a la Patrulla Águila. El inicio del recorrido incluye un panel explicativo de toda la muestra en la que cada maqueta cuenta con una breve leyenda que se puede ampliar a través un sistema por código QR que funciona como una audioguía.