El noroeste no deja de sorprender en todo el año. Durante estas semanas, se puede ver en las pedanías moratalleras de El Sabinar, Zaén y Benizar la floración de las plantas aromáticas. Campos de espliego, lavanda, lavandín, romero, tomillo, salvia u orégano abren paso a los rescoldos de los antiguos pobladores. Entre cuevas, abrigos y restos del arte rupestre, declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, se dibujan con sus tonos malvas estos campos.

Una jornada para vivir en familia y conocer la elaboración de esencias, una técnica ecológica, sostenible y dinamizadora que además permite la polinización para la creación de diferentes variedades de miel.

Para llegar a los primeros campos de aromáticas tenemos que coger la carretera RM-702 en dirección al Campo de San Juan. A unos kilómetros encontraremos un cruce con un indicador (hay que estar atentos) dirección Zaén. Desde aquí podremos ir descubriendo todos los campos plantados y seguir nuestra ruta hasta Benizar.

Los tradicionales campos de cereal que, hasta hace unos años se cosechaban en la zona, se están cambiando por la plantación de aromáticas. Según explican los agricultores de la zona, la posibilidad de guardar la esencia hasta varias campañas hace que al final el producto sea más rentable.

Josefa Martínez, junto a sus hermanos, cultiva, siega y destila plantas aromáticas como la lavanda o el espliego. Josefa cogió el testigo del trabajo que realizó su padre durante décadas. Un trabajo de sol a sol y que antes se realizaba a mano: «Es un trabajo que ha sido, es y será muy duro, lo que pasa es que por ejemplo el espliego antes se segaba a mano y ahora ya lo siega una máquina». En este sentido incide en que «aunque tengas la máquina, luego tienes que recogerlo y destilarlo, es un trabajo que no tiene horas y es muy duro». Al igual sucede con la lavanda que antes se segaba con una hoz y ahora se hace con una desbrozadora.

Todo el proceso se realiza en las propias pedanías, donde se pueden ver algunas calderas de destilación. Unos procesos que como en el caso de la salvia pueden durar unas tres horas.

Josefa explica que la jornada de siega comienza sobre las seis de la mañana y se alarga hasta el mediodía. Luego llegará el turno de la caldera, y ahí los días se juntan con la noche.

Durante las próximas semanas se iniciará el proceso de recolección y el proceso de destilación. Un producto que irá destinado a farmacéuticas y empresas de cosméticos. «Hay años que esta muy bien pagada, pero otros años no tiene ningún precio», explica Martínez sobre la venta del producto. También pone de manifiesto que una de las ventajas es que «se puede guardar varios años y esperar a que tenga un precio competitivo».

Cuevas de Zaén

La Región de Murcia, junto con Almería y el sur de Alicante, constituyó la desembocadura de un gran estrecho que daba paso al Mar Mediterráneo. Se trataba de una cuenca marina con diversos archipiélagos de islas, que delimitaba con deltas y plataformas arenosas.

Con el paso de los siglos comenzó el progresivo levantamiento y estrechamiento de sus fondos marinos. Esto, junto con los terremotos y las grandes tormentas, provocó fuertes corrientes submarinas que generaron grandes cañones submarinos y megaestructuras sedimentarias de inigualable valor. Hoy encontramos estos restos en diversos puntos de la Región, como el Estrecho de Bolvonegro, el Monte Arabí o las Cuevas de Zaén y Bajil.

En esta entrada conoceremos estas últimas, y en próximas entradas continuaremos conociendo otros lugares prehistóricos emblemáticos de nuestra Región. La visita a las cuevas de Zaén, habitadas desde épocas prehistóricas y que hoy día todavía se utilizan para resguardar ganado, es un espectáculo único. Desde ellas se observa el fabuloso paisaje del Campo de San Juan, un ejemplo magnífico para ver la simbiosis entre la evolución geológica y la propia historia ser humano.

Castillo de Benizar

La fortaleza de Benizar se encuentra situada en una impresionante formación rocosa que se yergue sobre esta pedanía de Moratalla. El castillo se levantó sobre la cumbre de un cerro amesetado que presenta singulares características naturales para ser aprovechado como fortificación, más aún cuando a sus pies nace y discurre el arroyo de Benizar, con lo que se aseguraba el suministro con relativa facilidad de abundante agua. Desde la cima del monte se divisan extensos y alejados campos, así como los núcleos de población de Benizar, El Villar y Otos.

Dónde comer

En la zona hay varios restaurantes para hacer una parada y reponer fuerzas. En el Campo de San Juan nos encontramos El Cortijo (659168516), un espacioso restaurante que ofrece comidas caseras y está especializado en carnes a la brasa. En la misma entrada al restaurante te encuentras un gran fuego por donde pasan todas las carnes de su amplia carta.

En El Sabinar podemos hacer un alto en el camino en el restaurante El Nevazo (968738052), con un ambiente muy familiar y comidas caseras. También se pueden encargar platos típicos de zona como sus populares migas.