El 30 de noviembre de 1915, festividad de San Andrés, su patrón, se inauguraba solemnemente el edificio de la Convalecencia, ubicado en pleno corazón de Murcia. Aquel día, la prensa se hizo eco del acto, calificando el edificio de suntuoso y alabando «el buen gusto que ha presidido en la ornamentación y mobiliario».

El diario El Tiempo publicaba entonces una extensa crónica en la que realizaba un recorrido por el inmueble: en la planta baja destacaba la capilla, de estilo gótico, presidida por un retablo de Anastasio Martínez.

La primera planta o planta principal, ocupada en la actualidad por el despacho del Rector y Secretario General en su ala izquierda y el del Presidente del Consejo Social en la derecha, albergaba cuatro grandes dormitorios comunes, dos para hombres y otros tantos para mujeres.

El coste de la nueva obra, adjudicada en pública subasta, había ascendido a 178.000 pesetas.

José Antonio Rodríguez fue el arquitecto municipal a cuyo cargo corrieron el proyecto y la dirección de la misma. Este arquitecto había realizado seis años antes la Casa Díaz Cassou, y casi al mismo tiempo que la Convalecencia diseñó la Casa de los Nueve Pisos. También es obra suya el edificio de la Ferretería Guillamón.

El edificio se sometió a una profunda remodelación en los años 80, liderada por el arquitecto Manuel García Cerdán y, en junio de 1987, el equipo del Rector Antonio Soler y distintas dependencias comenzaron a trasladarse a la Convalecencia.

En sus años como sede del Rectorado de la Universidad de Murcia, el edificio de Convalecencia se ha convertido en un referente de la cultura, de la ciencia, de la investigación? En sus dependencias se han celebrado centenares de exposiciones, presentaciones de libros, iniciativas culturales de toda índole, exposición de proyectos científicos y conferencias, y se han dado a conocer a la sociedad, a través de la prensa, los acontecimientos más diversos relacionados con el mundo académico.

Por el edificio han desfilado personalidades del mundo de las ciencias y de las letras, embajadores, rectores, empresarios y políticos, personalidades que han puesto de relieve la íntima relación con la sociedad de una universidad más que centenaria.

Hoy, la Convalecencia es sinónimo de Universidad de Murcia. Y sus destinos están tan unidos que hasta el centenario de ambos: edificio e institución, se celebró el mismo año, con pocas semanas de diferencia: Octubre y noviembre de 2015.